Imagen del casco antiguo de Ciutadella | Josep Bagur

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El Colegio Oficial de Arquitectos de les Illes Balears fija su empeño en los cascos antiguos de las ciudades y en la rehabilitación, dos aspectos que para los arquitectos son claves para dar un impulso a la actividad de la edificación sin distorsionar el modelo actual.

En este sentido, el presidente de la Demarcación de Menorca, Enric Taltavull, plantea en una batería de propuestas para reducir el problema de acceso a la vivienda, el impulso a la rehabilitación de edificios con un valor patrimonial. En lo que respecta a inmuebles de carácter privado, Taltavull apunta de nuevo a los edificios en estado de deterioro en los cascos antiguos de las ciudades a los que «sería interesante darles una cierta flexibilidad hacia el uso turístico». No buscan distorsionar el modelo turístico actual, sino que lo proponen para viviendas con un valor histórico, cuya antigüedad supere los cincuenta o los sesenta años y que están fuera de mercado.

Ahora, la única vía posible son los hoteles urbanos, no obstante, la opción que plantea el Coaib es de menor envergadura. «Proponemos que sin la necesidad de hacer un hotel el propietario pueda tener un retorno de la inversión», apunta Taltavull.

Plantean también el impulso a la rehabilitación de edificios de valor patrimonial públicos. Han solicitado al Consell la contratación de un arquitecto especialista en patrimonio. La respuesta ha sido negativa.

En lo que respecta al campo, propone que en suelos no protegidos las casas de campo se puedan destinar al uso turístico sin tener que ser un agroturismo o un hotel rural. Existe la vía de la agroestancia, que es una buena solución, aunque complicada, por lo que «debería afinarse un poco su mecanismo». Cree que algunas propiedades habrían quedado en manos de menorquines si hubieran podido gestionar sus viviendas. No obstante, han pasado a inversores de fuera que tienen capacidad para afrontar una inversión del calibre de un hotel rural o un agroturismo.