Imagen de un aparcamiento para personas con movilidad reducida. | Gemma Andreu

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El Ayuntamiento de Maó ha puesto freno a la expedición de las tarjetas de aparcamiento provisionales para personas con movilidad reducida. La ordenanza que regula este supuesto establece que el Consistorio puede otorgar una tarjeta azul temporal para cubrir el período entre que se presenta la solicitud y la resolución por parte del Centro Base de Valoración de la Discapacidad y la Dependencia, siempre que sea «por causas humanitarias», es decir, por una situación que recorte la esperanza de vida de la persona.

Pese a ello, este criterio de excepcionalidad no se cumplía y la expedición de las tarjetas provisionales se había generalizado. Era ya un simple trámite burocrático. Aquella persona que hacía la solicitud en la oficina del Govern, acudía luego al Ayuntamiento para poder disponer de una tarjeta provisional durante el período de espera de resolución por parte del centro de Vives Llull.

El concejal de Servicios Sociales, Personas Mayores y Vivienda, Enric Mas, explica que se encontraban con la situación de expedir esta tarjeta a personas a las que luego la declaración de la movilidad reducida les venía denegada y, por tanto, el Ayuntamiento otorgaba unos derechos a personas a las que, en verdad, no les correspondían. «No podíamos contribuir a esta práctica», apunta. Se hacía un mal uso.

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