El suelo urbano edificado en la Isla ha aumentado un 11,5 por ciento en los últimos diez años, según se desprende de los datos de 2019 que ofrece la Dirección General del Catastro. Así las cosas, se sitúa en las 2.114,5 hectáreas, cuando en 2009 se quedaba en las 1.896,6 hectáreas. El incremento de parcelas edificadas no ha sido tan acentuado, quedándose en un 4,4 por ciento para alcanzar las 33.002 unidades.
En cuanto al suelo urbano disponible, no edificado, la reducción que se ha producido en estos diez años se sitúa en el 11,6 por ciento, hasta las 1.014 hectáreas, algo menos de un tercio del total del suelo urbano actual (3.128 hectáreas), que es aquel que está en disposición de ser edificado. El número de parcelas sin inmuebles desciende un 14,7 por ciento.
El número de parcelas urbanas por edificar en la Isla se queda en 5.599, lo que supone aproximadamente la sexta parte del total. Del conjunto de estos datos se desprende que las unidades urbanas pendientes de aprovechar son, de media, un tercio más grandes que las que tienen ya edificios construidos. La cantidad total de suelo urbano siempre varía, aunque en la Isla se ha mantenido estable, con un aumento en diez años del 1,1 por ciento en cuanto a número de parcelas y del 2,8 por ciento en la cantidad de hectáreas.
Por municipios
Es Mercadal es con diferencia el municipio que más superficie de parcelas urbanas sin edificiar tiene, con 351,7 hectáreas, más del doble que cualquier otro de la Isla, distribuidas en 1.515 fincas. Sus urbanizaciones, sin duda, tienen mucho peso. Y eso pese a que en los últimos diez años estas cifras se han reducido en unas 14 hectáreas y 400 parcelas, aunque curiosamente el suelo urbano edificado también ha disminuido (el único municipio donde esto ocurre), concretamente unas tres hectáreas, pese a disponer de 133 parcelas construidas más.
De Maó destaca el significativo incremento de suelo urbano total, que ha pasado de 547 a 670 hectáreas. Este aumento se corresponde de forma muy pareja a la superficie del suelo urbano edificado, que ha crecido de 360 a 495 hectáreas, gracias al desarrollo de la ciudad en estos últimos diez años. En Ciutadella también se ha producido un aumento del suelo urbano, aunque más moderado, subiendo de 717 a 772 hectáreas, prácticamente todo vinculado a parcelas edificadas. Es Ciutadella el único municipio donde en diez años ha aumentado la superficie de las parcelas urbanas sin edificar, aunque de forma moderada.
Un fenómeno inverso ha experimentado Sant Lluís, donde el suelo urbano total se ha reducido ostensiblemente, desde las 536 hectáreas de 2009 (equiparable a Maó) a las 473 hectáreas del año pasado. Esto se produce con un leve incremento del suelo edificado y con la ‘desaparición’ de 270 parcelas sin construir, que se sitúan ahora en las 890.
En Alaior y Es Castell el suelo urbano total baja en los últimos diez años, con leves aumentos del edificiado pero mayores descensos del no construido. En Ferreries y Es Migjorn Gran se ha creado más suelo urbano, con incrementos en las parcelas edificadas que compensan con creces la reducción del no construido.
Pese a estas diferencias, en el número de parcelas urbanas por tipología, el comportamiento desde 2009 es más homogéneo. Todos los municipios tienen más fincas edificadas y todos menos sin edificar, salvo Es Castell que conserva las mismas, 167.
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