El traspaso de la jaula trampa al transportín es uno de los momentos más delicados dada la posibilidad de huida | Josep Bagur Gomila

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Los gatos están de moda y no solo en los vídeos de internet, también en nuestras casas, calles, urbanizaciones, hoteles cerrados por temporada, polígonos industriales, aparcamientos. Estos son solo algunos de los sitios en los que el pobre animal se refugia de las miserias de la vida callejera y de donde vienen los cientos de avisos que recibe la Protectora en relación a los felinos, con un importe de facturas en veterinarios de 22.000 euros en 2019.

Los números maúllan por sí mismos, Ciutadella tienen un total de 26 colonias de gatos que se reparten entre el pueblo, Cala en Bosc, Cala en Blanes y Cala Morell, con un número aproximado de 350 a 400 felinos solo en las colonias controladas (faltan los no controlados, que haberlos haylos) y de los que se hace cargo la Protectora.

Voluntarias a la ‘caza’

La labor la llevan a cabo voluntarias como Aída y Alina, ambas miembros de la protectora. Gracias a ellas y a los avisos de los vecinos ya se ha podido esterilizar el 90 por ciento de estas colonias, el otro 10 por ciento son nuevos ejemplares que tratan de capturar para su control veterinario correspondiente.

Lea la noticia completa en la edición impresa del 09 de febrero en Kiosko y Más