Algunas de las aspirantes a una plaza de enfermería en el Consell, durante el proceso de oposiciones. | Javier Coll

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La atención a personas dependientes, como niños pequeños o personas mayores, continúa recayendo en las mujeres. Esta es una de las conclusiones que se extraen del II Plan de Igualdad Interno (2020-2024) realizado para su plantilla por el Consell, documento que debía haber sido aprobado por el Consejo Ejecutivo de esta semana.

Esta situación se evidencia en el hecho que de las 46 reducciones de jornada que estaban vigentes en el momento de la realización del estudio, en mayo del año pasado, un 91 por ciento (42) correspondían a trabajadoras de la institución insular y solo un 9 por ciento, cuatro, a empleados varones.

Estas cifras se producen en una plantilla donde predominan las mujeres, con un 67 por ciento de presencia en el conjunto de los 498 trabajadores del Consell. Pero en términos relativos, no cambia la tendencia de que sean las mujeres las que dejan de trabajar unas horas para poder atender a sus familiares. Así las cosa, un 13 por ciento de las empleadas del Consell contaban con una reducción de jornada por este motivo, mientras que el porcentaje baja a un 2 por ciento en el caso de los hombres. El documento advierte que las medidas de conciliación son más complicadas para aquellos trabajadores que emplean turnos o que se encuentran en departamentos con poco personal.

Además, según el II Plan de Igualdad, un 71 por ciento de las mujeres que trabajan en el Consell conocen bastante o mucho las fórmulas laborales de conciliación familiar, un porcentaje que se reduce al 58 por ciento si los consultados son los hombres de la plantilla. Un 61 por ciento de las mujeres considera que situaciones familiares como la maternidad o tener una persona mayor a su cargo han influido en su carrera profesional, mientras que esta percepción es inferior entre sus compañeros masculinos, un 47 por ciento.

En cuanto a los comportamientos sexistas entre compañeros, el II Plan de Igualdad recoge los resultados de la consulta realizada entre los trabajadores. A pesar de que la inmensa mayoría de los trabajadores indica que nunca ha percibido actitudes reprobables en este sentido, destaca por ejemplo el 4 por ciento de empleados que asegura que a veces ha observado presiones para lograr relaciones sexuales. Un 1 por ciento, a menudo. Los abrazos y besos no deseados ocurren para un 16 por ciento de los consultados, para un 20 por ciento las miradas o gestos insinuantes o para un 14 por ciento la petición reiterada de citas, entre otros. Los chistes de contenido sexual se escuchan a menudo para un 4 por ciento y a veces para un 57 por ciento. Es la actitud más habitual.

En cuanto a la percepción de estas actitudes, el documento indica que los trabajadores de mayor edad las entienden como cosas normales.