Tiendas cerradas en el centro comercial de Ciutadella | Josep Bagur Gomila

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Pocas horas después de que 400 comercios de Menorca reiterasen sus quejas por la falta de respuesta de la administración local ante la crisis que atraviesan, los ocho ayuntamientos de la Isla y el Consell hicieron público ayer el primer paquete de medidas económicas que dirigen a aliviar la carga que sufre un sector que lleva un mes con la persiana bajada.

La más novedosa es que los consistorios «estudian la posibilidad» de crear una línea de ayudas dirigida a los establecimientos más perjudicados, los que llevan cerrados desde el 15 de marzo, para lo cual apelan a un acuerdo con las asociaciones de comerciantes. De momento el presupuesto para esta medida no está cuantificado. También anuncian «una estrategia de impulso del comercio sostenible, digital y de proximidad» junto a una campaña para promocionar el turismo interior para este año.

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El comunicado conjunto emitido ayer también repasa algunas de las medidas fiscales que los ayuntamientos han venido avanzando, de forma individual, en las últimas semanas, todas ellas dirigidas a aplazar o fraccionar (en ningún caso suspender) el cobro de impuestos. Lo que sí se dejaría de cobrar son las tasas por servicios no prestados, como las terrazas de bares y escoletes.

Asimismo, las administraciones locales se comprometen a agilizar el pago de las facturas que tienen pendientes con sus proveedores y a mantener las inversiones municipales para que el sector de la construcción y las pymes auxiliares puedan contar, al menos, con estos encargos.

También aumentarán la partida para las ayudas sociales a las familias vulnerables.