Una de las vecinas, Yolanda Batalla, sin agua en su piso.

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El martes 14, por la mañana, el agua dejó de fluir por los grifos de las 20 viviendas del Ibavi de la calle Sant Agustí de la Florida. Lo que podía ser una avería puntual de fácil solución no se resolvió hasta ayer por la mañana, dos días después. Durante estas 48 horas, los residentes, en situación de confinamiento por el coronavirus, tuvieron que llenar cubos de agua de una fuente exterior para poder lavarse, al menos las manos.

Yolanda Batalla, una de las inquilinas, que tiene un familiar mayor a su cargo, explica que los residentes avisaron primero al Ayuntamiento, que comprobó que no era un problema de la red. Varios vecinos intentaron contactar con el servicio de averías del Ibavi, sin obtener respuesta durante muchas horas. Al día siguiente por la mañana, un fontanero realizó un apaño, según explican, pero constató que la instalación era defectuosa. El agua volvió a fluir durante tres horas, pero por la tarde otra vez se interrumpió el servicio. «Por las tardes no hay nadie en el servicio de averías del Ibavi», comenta Yolanda Batalla. Así, hasta ayer por la mañana, cuando el técnico consiguió restablecer el suministro.

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