Un pasajero, solo en un trayecto reciente. | Josep Bagur Gomila

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La drástica reducción de la movilidad con motivo del confinamiento, la suspensión de las clases presenciales en los institutos y algunos recelos a la hora de compartir vehículo por temor a un contagio son elementos que han provocado que durante el estado de alarma el volumen de pasajeros en la red de tranporte público por carretera de Menorca haya descendido de una forma muy considerable. Según unas cifras de días recientes ofrecidas por el Departamento de Movilidad del Consell, la merma de usuarios de los autobuses se situaba por encima del 93 por ciento entre finales de abril y comienzos de mayo. Y eso que la actividad económica no esencial ya estaba activada esas semanas.

En un día laboral reciente, el número de pasajeros en el conjunto de los trayectos de la red de autobuses de Menorca puede rondar los 300, cuando en un día de la misma época del año pasado los usuarios en una jornada laboral podía alcanzar los 6.000. Se han llegado a registrar días con menos de cien usuarios en el conjunto de las líneas que están activas en estos momentos. O lo que es lo mismo, autobuses prácticamente vacíos.