En ruta. Imagen de uno de los grupos menorquines que durante esta semana han salido a caminar para colaborar en la campaña de visibilización a nivel nacional

TW
0

Según los datos que maneja la Associació Menorquina d’Epilèpsia, alrededor de 400 personas sufren los efectos de ese trastorno neurológico en la Isla. Ello implica que la enfermedad solo afecta al 0,41 por ciento, lo que supone una buena cifra si se compara con los registros que existen a nivel nacional, ya que según la Sociedad Española de Neurología tiene una incidencia sobre la población del 0,85 por ciento, es decir que afecta a unas 400.000 personas.

Este domingo, 24 mayo, se celebra el Día Nacional de la Epilepsia, la que está considerada como una de las enfermedades neurológicas más comunes. Pedro Seguí, presidente de la asociación que agrupa a los afectados menorquines, sabe muy bien lo que es convivir con ella. Le fue diagnosticada cuando tan solo contaba con siete meses y ahora tiene 48 años. Junto a sus compañeros trabaja a nivel insular para visibilizar una enfermedad a la que acompañan ciertos estigmas.

Explica Seguí como mucha gente todavía tiene miedo a reconocer que la padece por si les acarrea algún tipo de problema a nivel laboral. La asociación trabaja para hacer difusión a través de sus actividades y mostrar su apoyo a los afectados con un mensaje de esperanza. «Hay que intentar buscar el lado positivo», defiende el presidente de la asociación, quien después de una intervención quirúrgica acumula ya dos años sin sufrir ningún ataque.

Cirugía y medicación

La cirugía es una de las soluciones aplicables a un mal que se intenta contener también con medicación, pero aún queda mucho campo por investigar, reconoce Seguí. «El problema es que cada caso es muy diferente, hay tantos casi como personas», añade. «Para que nos entendamos», continúa, «un ataque epiléptico es como un cortocircuito eléctrico, pero llevado al sistema nervioso de una persona».

Aunque se trata de una enfermedad que dispone de tratamiento, según un estudio de la Sociedad Española de Neurología, la expectativa de vida de los pacientes que sufren epilepsia se suele ver reducida entre los dos y diez años. Por otra parte, estima que su tasa de mortalidad es entre dos y tres veces mayor que la de la población general.

La epilepsia ha sido uno de los primeros trastornos descritos en la historia de la neurología. Ya mencionada por primera vez en la antigua Babilonia hace más de 3.000 años, no fue hasta en el año 400 a.C. cuando Hipócrates señaló que la epilepsia era un trastorno del cerebro.