La casa está situada en la calle Santa Teresa, en la barriada de Tanques del Carme. | Gemma Andreu

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El Ayuntamiento de Es Mercadal mantiene la propiedad de una casa que le dejó en herencia uno de sus vecinos, Antoni Torres Riquelme, en la calle Santa Teresa, en el centro de Maó. La finca está ocupada de forma ilegal y el consistorio no logra desprenderse de ella a pesar de haberla sacado a subasta en cuatro ocasiones, junto a otras tres propiedades que le dejó Toni Salpruch, como era conocido, para que se destinaran a fines sociales.

Es por ello que el alcalde, Francesc Ametller, ha ofrecido su venta al Ayuntamiento de Maó, primero a la anterior alcaldesa, Conxa Juanola, y más recientemente al actual, Héctor Pons, aunque aún no hay respuesta. La última vez que salió a subasta hace cuatro años el precio de la casa se había reducido a 66.825 euros.

Francesc Ametller tiene conocimiento de la existencia de okupas en este inmueble sobre una finca de 102 metros cuadrados repartidos en dos plantas, aunque no se ha realizado ninguna intervención a la espera que pueda ser vendida. «Está demasiado lejos de Es Mercadal para que nosotros le podamos dar un uso social», indica el primer edil.

Tras aceptar la herencia en 2005 una comitiva municipal se desplazó a la casa para comprobar su estado, pero ya entonces estaba ocupada por personas que dijeron ser familiares de Antoni Torres Riquelme. Posteriormente ha sido ocupada por otras personas sin que el ayuntamiento de Es Mercadal lo haya denunciado.

Junto a la casa de la calle Santa Teresa, Es Mercadal heredó de torres Riquelme una parcela ubicada en la carretera de Es Grau, de 4.060 metros cuadrados, otra en Es Castell, de 20.982 con una edificación de 211 metros cuadrados, y una parcela más de 6.418 metros también en Es Castell.

El Ayuntamiento solo ha conseguido vender la de Es Castell, por la que ingresó 115.300 euros. Todo el lote conjunto se valoró en la primera subasta en 381.140 euros, y en la última, en 229.996.