El carril bici construido a la salida de Maó hacia Sant Lluís, de 0,6 km, ha sido el único convertido en realidad desde 2016 | Javier Coll

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Transcurridos casi cuatro años y medio desde que el Consell y los ayuntamientos dispusieran de nueve proyectos ya redactados para la construcción de carriles bici en la Isla hasta sumar 14,4 kilómetros, la realidad ejecutada solo suma 0,6 kilómetros en un tramo de Maó. A estos proyectos, además, se sumaban otras tres propuestas aún sin plan redactado, que correspondían a tramos urbanos o vinculados a carreteras locales, en total otros 17,2 kilómetros de la red viaria insular, en los que poco se ha avanzado.

La otra iniciativa ambiciosa que ya ha sido descartada, según ha precisado la consellera de Movilidad, Francesca Gomis, era un a lo largo de los 44 kilómetros de la carretera general, «puesto que los 2,5 metros de arcén, cuando esté concluida, serán suficientes para la circulación de bicicletas», indica Gomis. En total las instituciones debían conseguir financiación para una inversión de 34 millones de euros, a los que ahora se pueden restar los 13,5 que habría costado el carril bici de la ‘general. Es decir que la red de carril bici anhelada entonces para atender la demanda e incrementar la idea de sostenibilidad sumaba una longitud total de 75,6 kilómetros, de los que solo se han construido 0,6. Corresponden al tramo de la carretera de Sant Lluís, Me8, que conecta con los institutos desde las Cases de l’Ateneu. En un pequeño tramo al inicio de la carretera de La Mola se ha construido un arcén hasta la rotonda hacia la nueva estación marítima, aunque no se trata de un carril bici propiamente dicho. La planificación se hizo, apuntó Maite Salord, entonces presidenta del Consell, estableciendo criterios que debían incluirse en el Plan Director Sectorial de Carreteras, cuantificarlo y obtener la financiación dado el reducido presupuesto de la institución para carreteras que en 2016 apenas llegaba a dos millones de euros. Salord decía entonces que un carril bici vinculado a la carretera era prioritario para su equipo de gobierno. Lo cierto es que este plan sectorial continúa sin redactarse transcurridos más de cuatro años, pese a que el actual equipo de gobierno trabaja ahora para licitar su redacción. La ausencia del plan desprovee de la base jurídica legal para expropiar los terrenos necesarios en algunos de los proyectos, lo que ha paralizado todo el planteamiento hasta la fecha. «Los carriles bici han de estar amparados por normativa», indica la consellera, «y mientras no tengamos el plan para poder hacer las expropiaciones será difícil avanzar». Entre los proyectos que ya estaban redactados y presupuestados en 2016, en el de Cala en Blanes, de 1,9 km, no se ha hecho nada. Los 0,7 km que conectarían la rotonda del Polígono de Sant Lluís con el pueblo podrían estar ejecutados en 2021, mientras que para los 0,4 entre la rotonda de Fontanilles y las escuelas de Es Castell, ya hay un convenio con el Ayuntamiento pendiente de que se apruebe el proyecto, explica el Consell. En cuanto a los carriles bici que aún no contaban con plan redactado, existe un anteproyecto para el de Cala Galdana, con un coste aproximado de 1 millón de euros, «por lo que intentaremos ejecutarlo por tramos», precisa Gomis, una vez se disponga del plan sectorial. Más complicado está el que debe transcurrir de Alaior a Son Bou, mientras no se resuelva el contencioso que presentó el Ayuntamiento contra el Consell para dilucidar la titularidad de esta carretera. Actualmente el departamento de Movilidad tiene en elaboración el catálogo de caminos municipales «y se intentará potenciarlos para que sean utilizados como vías para ciclistas». El carril bici es una obligación derivada de la disposición final 4 de la ley 4/2014 de 20 de junio sobre transportes terrestres y movilidad sostenible de Balears.
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