Imagen del parque fotovoltaico de Son Salomó, junto a la carretera de Punta Nati. | Josep Bagur Gomila

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Como ocurrió en 2003, el Consell corrió para aprobar el nuevo PTI en el último pleno del mandato en 2019, pero la falta de documentación lo hizo imposible. De la nueva legislatura, pandemia incluida, ha transcurrido un año y aquellas prisas se han transformado en sosiego. Ahora se trabaja en la fecha del último trimestre del año para llevar la aprobación inicial al Pleno, de acuerdo con el calendario que maneja la Conselleria de Economía y Territorio.

Se han realizado ya dos rondas con los colegios profesionales, patronales, sindicatos, ecologistas, partidos y asociaciones de carácter productivo y la semana que viene comienza la tercera y definitiva. Los resultados de esos encuentros son trasladados al equipo redactor, «ha sido un año de obstáculos añadidos y falta pulir algunos detalles pero el documento está muy avanzado», explica Miquel Company, conseller de Economía y Territorio.

El nuevo PTI mantiene intocable la filosofía de la sostenibilidad como base del desarrollo de Menorca, pero «ha sido dotado de pragmatismo con el fin de facilitar la generación de economía con respeto al modelo que hemos elegido, el PTI facilitará las inversiones sin perder el modelo de sostenibilidad», explica Company. Esas mayores facilidades llegan a los ámbitos de la agricultura y del urbanismo.

El conseller pone a modo de ejemplo las numerosas reuniones mantenidas con inversores privados interesados en desarrollar parques fotovoltaicos. «Ya saben que si optan por espacios incluidos en zonas aptas tendrán más facilidades de tramitación», agrega Company, quien matiza que no hay un tope establecido para estas instalaciones, «salvo que se produzca con renovables toda la energía que consumimos».

La zonificación energética se ha planteado en el PTI desde los objetivos de la Menorca 2030 con el propósito de arrancar primero y consolidar después esa vía. «Si algún inversor opta por una zona declarada no apta, sabe que tendrá más problemas de tramitación», matiza Company.

Aspira a que el documento final tenga el máximo consenso posible, aunque intuye que no gustará a todos. Destaca, no obstante, que la crisis de la covid ha cuestionado muchas cosas «y el modelo de sostenibilidad de Menorca ha salido bien parado».

Las ART, más flexibles

La idea del pragmatismo llega también a las Áreas de Reconversión Territorial. Son 18 en total y se ofrecen ahora más posibilidades para su desarrollo en los casos en los que se han ejecutado todavía. En ese sentido, se ofrece la opción de construir viviendas pareadas en vez de unifamiliares aisladas, aunque serán los promotores los que decidan.

En todo caso, no se eliminan las ART, se mantienen todas y se rebajan los corsés para su desarrollo. Sabe el conseller que en muchas de ellas hay desavenencias en cuanto a la decisión de oferta turística a asentar.