Joan Huguet y don Juan Carlos en el acto de entrega de la Medalla de Oro

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El PSOE no hará público hasta este lunes, durante la sesión plenaria del Consell, el sentido del voto a la propuesta de Més per Menorca de retirar la medalla de oro de la institución entregada al rey Juan Carlos en agosto de 1993. El suspense sobre la posición socialista en este asunto se abrió en el debate previo en comisión, que se resolvió sin la posición definida del resto de grupos, salvo Unides Podemos, que apoya la retirada de la distinción.

El motivo de esa abstención socialista es la necesidad de debatirlo en el seno del partido, donde habría posiciones divergentes. «La abstención estuvo motivada por el debate interno que precisamos y estamos teniendo al respecto, a todos los niveles, como partido. Por ello no tocaba posicionarnos en comisión. Durante el pleno argumentaremos nuestro voto final», justifica la líder del partido y presidenta del Consell Susana Mora.

La propuesta de acuerdo del grupo nacionalista es iniciar el procedimiento de la «retirada de la Medalla de Honor y Gratitud del Consell de Menorca, en la categoría de Oro, al rey emérito Juan Carlos I por considerar que se han perdido las condiciones que motivaron su concesión y que justificarían su mantenimiento», según el texto del acuerdo propuesto.
En comisión, votaron a favor las dos conselleras del partido autor de la iniciativa y la de Unidas Podemos, mientras que los consellers de PP, Cs y PSOE escondieron sus cartas sobre el asuto hasta el pleno de este lunes.

Por coherencia con el debate nacional de las últimas semanas en los distintos medios y canales, conservadores y centristas votarán en contra de la idea y sumarían cinco votos, mientras que Més y UP, que votarán a favor, suman cuatro. Eso significa que el PSOE, árbitro para resolver, si optara por la abstención, que es una salida más que probable, el acuerdo no saldría adelante.

Més per Menorca alega en defensa de su propuesta las actuaciones poco ejemplares del monarca emérito formuladas por personas públicas y particulares y que no han sido desmentidas ni por el interesado, ni por la Casa Real ni por el Gobierno de España y la falta de transparencia en su marcha.