La presencia del turismo nacional ha permitido mitigar la crisis en apartamentos y alojamientos rurales

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La llamada oferta de alojamiento extrahotelero –apartamentos turísticos y establecimientos rurales y de interior– parece haber resistido mejor el descalabro que ha sufrido la actividad turística tras la irrupción de la pandemia. Las estadísticas comparadas de ocupación en este tipo de oferta durante el mes de septiembre, que ha hecho pública esta semana el Instituto Nacional de Estadística (INE), señala Menorca como la zona turística del país donde se ha registrado la ocupación media más alta, aunque se sitúa solo un poco por encima del 30 por ciento después de un descenso drástico de clientes del que no se han escapado.
El propio INE destaca en un comunicado sobre la encuesta de ocupación de alojamientos extrahoteleros que la amplia oferta de apartamentos turísticos de la Isla ha cosechado las mayores tasas de ocupación, con un 35,6 por ciento de los apartamentos ocupados en el mes de septiembre. Los de Eivissa ocupan la segunda posición nacional con un 33,2 por ciento. En el mismo mes del año pasado la ocupación de este tipo de alojamiento en la Isla fue del 74,8 por ciento. Las pernoctaciones han pasado de 259.565 hace un año a 77.206 en este. Se han perdido el 90 por ciento de las extranjeras y el 20 por ciento de las nacionales.

En cuanto a la oferta de turismo rural, que además de hoteles rurales y agroturismos incluye los establecimientos de interior (hoteles boutique), la ocupación media fue en septiembre del 36,6 por ciento, de nuevo la más alta del país. También en este caso se registra un importante descenso del número de pernoctaciones, pasando de las 23.555 de 2019 a las 10.196 de este septiembre. Ese descenso se centra exclusivamente en el mercado extranjero, con una caída del 85,24 por ciento, mientras que curiosamente se ha registrado un repunte del número de pernoctaciones de visitantes nacionales a pesar de la situación de pandemia.