Imagen virtual de los exteriores de las canteras, una vez se construya el museo de patrimonio marítimo.

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Thalassa, el futuro museo dedicado al patrimonio marítimo de la Isla, va cubriendo escalas en su singladura hacia la inauguración. Todavía queda trayecto por delante, pero la navegación no se detiene. El pasado 6 de noviembre el Ayuntamiento de Es Castell aprobó el proyecto expositivo, que define ya con todo lujo de detalles cómo será este espacio expositivo y divulgativo dedicado a la actividad náutica. Además, la alcaldesa Joana Escandell afirma que las obras de acondicionamiento de las canteras de S’Arraval Vella se licitarán en breve, para que puedan ser ejecutadas dentro del año que viene. La expectativa es poder abrir las puertas de esta nueva infraestructura cultural dentro del presente mandato.

Escandell destaca el potencial turístico que tendrá este museo, además de su valor como elemento de preservación material y educativa del patrimonio. «Está ubicado en la entrada del pueblo, en un espacio con mucha visibilidad, y además cerca de una importante bolsa de aparcamiento». La alcaldesa argumenta que este acceso al casco urbano de Es Castell «cambiará mucho» en poco tiempo, una labor que se inició en julio con el traslado de la oficina de información turística al Molí de Santa Creu, recientemente restaurado. Además, el parking se está ampliando en estos momentos, en parte porque suele quedar pequeño en los meses de mayor afluencia turística.

El proyecto, en su totalidad, se financia con los fondos del Impuesto de Turismo Sostenible. Fue de las iniciativas que se salvaron de pasar al ‘congelador’ ante la situación de emergencia por la pandemia. Su presupuesto sube a 748.022 euros, de los cuales unos 400.000 euros son para las obras de acondicionamiento de las canteras en las que se ubicará el museo Thalassa. Se construirán rampas de acceso, se realizarán distintos arreglos para mejorar su funcionalidad y se vaciarán espacios ahora invadidos por las piedras, entre otras tareas. No se trata de una reforma de gran calado estructural, explica la alcaldesa.

El proyecto de museización cuenta con un presupuesto de unos 295.000 euros. De estos, alrededor de 50.000 euros se destinarán a la rehabilitación y transporte de las 18 embarcaciones que formarán parte de la exposición de Thalassa, un trabajo que se desarrollará en paralelo a la preparación del espacio pero que no será precisamente corto.

Uno de los aspectos que está por definir aún, explica la alcaldesa, es el modelo de gestión. El proyecto museístico contempla que esté en manos de la Associació d’Amics de la Mar Port Maó, entidad que en cualquier caso tendrá un gran protagonismo como titular de las embarcaciones y de buena parte del material a exponer, e incluso en el funcionamiento diario del espacio. El proyecto estima que por su diseño podría empezar a funcionar con un solo empleado. Los detalles al respecto no están cerrados aún.