Fachada del hospital Verge del Toro | Gemma Andreu

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Las obras de rehabilitación de la fachada y las cubiertas del Hospital Verge del Toro, futuro centro para la cronicidad, la convalecencia y los paliativos, ya están finalizadas. El proyecto para la reforma interior, de acuerdo con el plan funcional de usos, ya está entregado al IB-Salut y ahora arranca otro proceso, el de licitación, que conducirá a la ejecución de las obras dentro de la antigua Residencia ya a finales de 2021. Los cálculos del Govern y del equipo redactor del proyecto, adjudicado a Casa Solo Arquitectos, es que esta infraestructura sociosanitaria esté en funcionamiento en 2023.

La primera fase ha requerido una inversión de 2,4 millones de euros y ha consistido en la demolición y reconstrucción de fachadas y cubiertas, en total más de 4.800 metros cuadrados de rehabilitación, ya que se detectó el riesgo de desprendimiento y de roturas puntuales en algunos revestimientos. Esa ha sido la parte más visible de esta gigantesca operación de lavado de cara del edificio, construido en 1951, y que había entrado en clara decadencia y deterioro. El trabajo ha sido complejo, asegura el arquitecto Joan Enric Vilardell, redactor del proyecto, colaborador en Menorca de la firma Casa Solo y responsable de la dirección facultativa y de la coordinación de seguridad de esta obra. «Cuando entras en un edificio de esta magnitud, a la cual no estamos acostumbrados en Menorca, y vas descubriendo poco a poco patologías que no sospechabas, esto obliga en algunos momentos a un sobreesfuerzo y mayor compenetración con la empresa constructora y la promoción», explica. «Todos hemos puesto el empeño en que esto tuviera un final feliz, creo que el resultado que hoy celebramos es bueno», y añade que, en todo el tiempo de vida del edificio «no tengo constancia de que se haya sometido a una operación de lifting similar».

Las relaciones con la constructora Proyecon S.A. afirma que han sido positivas. «No hemos tenido ningún problema, al contrario, les felicitamos por el buen trabajo hecho», señala, «pensábamos que las fachadas iban a ser demolidas y renovadas completamente y luego, a lo largo del proceso, hemos comprobado que se podía hacer de otra manera y no había que hacer tantas demoliciones, que estas podían ser parciales y no generar así tantos residuos». De este modo se conserva el marés –algunas placas se han podido restaurar–, y la estética característica del edificio, y al mismo tiempo se han consolidado todos los cerramientos desde el interior.

También se han sustituido elementos estructurales defectuosos, como pilares y vigas maestras, en diversas partes de la estructura que estaban afectadas por filtraciones externas de agua, y se han reparado los forjados en determinadas zonas, como en la lavandería del subterráneo, donde la humedad ambiental ha sido más alta debido al vapor generado por la maquinaria. Ha habido asimismo un importante trabajo de renovación de carpintería exterior, tanto puertas como ventanas. «Se ha colocado la nueva carpintería del conjunto, exceptuando la de aquellas zonas que se verán afectadas por la siguiente operación, que entre otras cosas incluye la ampliación del edificio», apunta el arquitecto director. Porque el siguiente proyecto supone una ampliación a nivel de planta semisótano «cubriendo los dos patios a levante y poniente, y además se excava en el subsuelo, en la parte exterior, y se construyen grandes salas para dar cabida a las nuevas instalaciones», estas son gases medicinales, oxígeno, depósitos de agua y una planta fotovoltaica entre otros, enumera Vilardell.

Usos futuros

El plan funcional de usos prevé una superficie útil de 5.101 metros cuadrados, un total de 60 habitaciones y entre 60 y 90 camas. Habrá un área de hospitalización con cuatro unidades –una por planta–, un área ambulatoria con un hospital de día, consultas externas y una unidad de estimulación cognitiva; y un área de apoyo clínico.

En cuanto a la cartera de servicios prevista por el plan de usos, contempla la hospitalización de cronicidad; convalecencias de pacientes, generalmente con enfermedades crónicas, ingresados en hospitales de agudos; pacientes crónicos avanzados; curas paliativas y curas especiales que requieren estancias largas; y un área ambulatoria de cronicidad. Asimismo habrá un espacio para pruebas radiológicas, convencionales y ecografías clínicas; para la farmacia y el laboratorio, además de otras áreas para la gestión de los pacientes, un área social y otra de logística y de servicios generales como administración, suministro, almacén, cocina, lavandería y mantenimiento.