El punto en el que ha de construirse la nueva rotonda registra denso tráfico pesado. | Josep Bagur

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El proyecto para la construcción de una rotonda que regule el tráfico entre la carretera Es Castell-Sant Lluís y el polígono de esta población está a la espera de ser licitado. Antes resulta imprescindible la expropiación o compra de los terrenos sobre los que se ha proyectado la obra.

Todos los terrenos, salvo una parcela, pertenecen al Ayuntamiento de Sant Lluís, que es el más interesado en la obra por solucionar una intersección en su propio municipio. La mencionada parcela es de titularidad particular y la consellera de Movilidad, Francesca Gomis, confía en que la negociación directa sea más ágil que la expropiación que se ha puesto en marcha para la adquisición del terreno.

Después habrá de licitarse el proyecto y, salvo complicaciones, podrían entrar las máquinas en un mes aproximadamente. El objetivo es llegar al verano con la obra realizada tal como mandan los cánones clásicos de la economía estacional de Menorca, con permiso del coronavirus .

Esta es una de las obras más importantes que Movilidad había previsto para el recién finalizado 2020, estaba dotada en los presupuestos del Consell de ese año con casi 700.000 euros. La rotonda permitirá además encontrar una solución para el tráfico de Ses Barraques, un tramo de complicadas curvas en Sant Lluís al comienzo de la carretera.

Una de las propuestas que se barajan es darle un solo sentido de circulación y realizar el otro a través del circuito por el polígono que se abre con la rotonda de nueva construcción. Al tratarse de carretera, la propuesta presenta dificultades de tipo jurídico.

Deberes pendientes

Esta rotonda, la del acceso a Sant Climent y el puente de Santa Teresa, en el camino al faro de Cavalleria, son tres de las grandes obras presupuestas en 2020 que han podido ponerse en marcha al finalizar el año. La crisis del coronavirus lo ha retrasado todo al concentrar los esfuerzos de los técnicos en la citada crisis.

Por eso motivo, el ilusionante proyecto de bulevar en Es Castell, pendiente desde el pasado mandato, el carril bici entre la rotonda Abu Umar y La Salle en Maó, o la mejora del firme de la carretera entre Es Plans y la rotonda de Son Trèmol (M-16) se han quedado por el camino. En conjunto suman dos millones de euros que habrán de esperar mejor ocasión.