Festividades como la del 12 de octubre o la Navidad ya se mencionan en la nueva versión.

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Con el mes de enero ya finalizado y febrero ya comenzado, el Ayuntamiento de Maó ha empezado a distribuir su calendario intercultural, que después de presentarse a finales del año pasado fue retirado por el equipo de gobierno municipal al recibir críticas por haber omitido fiestas tradicionales en España y el Archipiélago como la Navidad, el 12 de octubre o la Diada de les Illes Balears. Esta controvertida situación fue atribuida a un error en el envío del original a la imprenta. El almanaque recoge los días destacados de diferentes culturas y países de todo el mundo, con el objetivo de dar cabida, presencia y divulgación a las 31 nacionalidades con una mayor presencia en la ciudad.

En la nueva versión del calendario, aparece una mayor cantidad de fiestas locales tradicionales y propias de la religión católica. De este modo, se pueden encontrar en los distintos meses las festividades de Sant Jordi, Sant Joan, la Mare de Déu del Carme o Sant Pere, que no estaban en el primero. También aparecen la Navidad, el 12 de octubre y la diada balear. Se han pasado a destacar de una forma gráfica los fines de semana en los que se deberían celebrar las distintas fiestas patronales de cada municipio, además de incluirse fechas señaladas habitualmente en España como el Día del Trabajador, entre otros cambios.

Reacciones xenófobas

La concejala de Igualdad, Participación Ciudadana y Cooperación, Cati Ferrer, en una carta que se recoge en las páginas de Opinión, reconoce «errores evidentes» en la confección de la primera versión del calendario multicultural, aunque lamenta que «algunas reacciones iban mucho más allá de la crítica». Considera que estos posicionamientos destilan «xenofobia y aporofobia. Queda mucho trabajo por hacer».

Ferrer explica que desde el equipo de gobierno municipal «siempre partiendo del sentimiento de aprecio, respeto y pertenencia a nuestra cultural propia, nos abrimos al mundo para conocer y aprender de la riqueza cultural». Es más, la concejala considera que «en una sociedad cada vez más globalizada se hace más necesario que nunca conocer al otro, a nuestro vecino, de dónde viene, cuáles son sus creencias y costumbres para aprender también de las otras culturas».