La nueva infraestructura de tratamiento terciario se proyecta en un terreno público junto a la depuradora

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Lo que no han conseguido durante años los ayuntamientos de Maó y Es Castell, dotar la depuradora de la zona de Llevant de tratamiento terciario para poder reutilizar el agua depurada (por ejemplo para ser infiltrada en los acuíferos) y que no acabe desperdiciada en el mar, Endesa va camino de conseguirlo –al menos en parte– en el marco de su proyecto para suministrar agua depurada al sistema de refrigeración de la central térmica, la solución adoptada para cumplir in extremis con la directiva europea de emisiones industriales

El Consell ha sacado a exposición pública la declaración de interés general del proyecto de la compañía eléctrica para construir en unos terrenos anejos a la depuradora de Maó-Es Castell una nueva planta de filtración y desinfección. La razón, el agua que llega actualmente a la central a través de los seis kilómetros de canalización construida no está suficientemente tratada para el uso que se le quiere dar. No le sirve, en otras palabras.

Según figura en la documentación que acompaña el expediente en exposición pública, en febrero de 2020, solo dos meses después de que se pusiera en marcha el sistema de refrigeración en la central (entonces operado con camiones), Endesa encargó un proyecto para mejorar el tratamiento en la Edar de Es Castell. La empresa se vio obligada a modificar el proceso de tratamiento en la planta de desmineralización ubicada en las instalaciones de la central para poder usar el agua, un proceso que requiere del uso de diversos productos químicos y que «no resulta eficiente a largo plazo si las condiciones del efluente se mantienen durante largos periodos».

El problema con el agua, tal y como se describe en el proyecto, es la elevada presencia de «materia orgánica y de vida biológica» del agua que llega desde la depuradora y que en los primeros compases de 2020 ya motivó una queja pública de la compañía, que se veía entonces obligada a devolver casi la mitad del caudal que recibía.

La solución aportada –ya en avanzado estado de tramitación– y con un coste de casi 450.000 euros– consiste en la construcción en unos terrenos anejos propiedad del Govern de un edificio de nueva planta para albergar dos filtros y un reactor de desinfección que proporcionarán un tratamiento terciario a la depuradora para que alcance los parámetros necesarios para el funcionamiento de la planta desmineralizadora de la central. Además se instalarán dos depósitos de 40 y 20 metros cúbicos respectivamente.