La consellera Torrent y miembros de la fundación | Josep Bagur Gomila

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La fundación para personas con discapacidad atendió el año pasado a 1.500 usuarios y realizó 2.618 atenciones. Esas cifras revelan que en los últimos cinco años se ha incrementado en un 75 por ciento el número de usuarios atendidos y en un 91 por ciento las atenciones.

Cristina Fernández, directora técnica de la organización, que presentó ayer la memoria de actividad de 2020 junto a la consellera de Bienestar Social, Bàrbara Torrent, explicó que la esencia del trabajo de la fundación es «promover la autonomía y fomentar la capacidad de las personas y ofrecerles el apoyo que requiere su entorno».

Orestes Carreras, en nombre de los presidentes de las entidades integradas en la fundación, valoró el esfuerzo realizado por todos los profesionales de la fundación para adaptarse a la situación generada por la pandemia. «Los presidentes hemos tenido la sensación de unos servicios coordinados que han priorizado la atención a los usuarios», dijo.

La fundación integra a nueve administraciones, 13 entidades y emplea a 210 personas. Gestiona tres centros de día, tres centros ocupacionales y supervisa nueve viviendas.

En los servicios de trabajo social, fisioterapia y logopedia ha atendido durante el año pasado a 418 personas. El servicio de salud mental ha atendido a 202 usuarios con labores de apoyo psicológico, acompañamiento y apoyo domiciliario.

Un total de 345 niños, niñas y jóvenes han sido antendidos por el servicio de atención a la infancia y la juventud y otros 340 han recibido ayuda a través de alguna de la iniciativas laborales en colaboración con el SOIB y la fundación la Caixa.

El tramo de edad comprendido entre los 46 y los 65 años es el más numeroso, concentra la tercera parte de los usuarios. La discapacidad física es la más frecuente entre los atendidos.