Un operario coloca discos absorbentes para eliminar una mancha de hidrocarburos en la zona de Cala en Bosc. | Josep Bagur Gomila

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Una Reserva de Biosfera flotando entre miles de hectáreas de contaminación. Es la imagen mental que se configura cuando se analiza el balance de informes de contaminación denunciados por la Entidad Pública Empresarial Salvamento y Seguridad Marítima y la Agencia Europea de Seguridad Marítima, que sirviéndose de imágenes de satélite detectaron en 2020 casi medio centenar de vertidos en aguas de competencia española. Al menos tres de ellos que suman cerca de 24 kilómetros cuadrados (2.400 hectáreas) estaban dentro de un radio de menos de 40 millas de la costa menorquina.

El caso más llamativo es el localizado a solo 16 kilómetros al norte de Ciutadella, no llega a diez millas náuticas. Con una dimensión de más de cinco kilómetros cuadrados, este vertido se ubica –o mejor dicho se ubicaba el año pasado– dentro del perímetro de la Reserva de Biosfera marina, que rodea la Isla en un radio de doce millas.

Desde el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana explican que normalmente la gran mayoría de estos vertidos detectados por satélite están relacionados con la actividad de buques petroleros y de transportes de químicos, aunque las dificultades de comprobación ‘in situ –buena parte de los vertidos se localizan a muchas más millas de la costa– no han permitido determinar inequívocamente ni el origen ni la naturaleza de esas manchas que en el caso más extremo en 2020, registrado lejos de la Isla, llega a ocupar hasta medio centenar de kilómetros cuadrados –casi el doble de la superficie del término municipal, de Es Migjorn.

A la baja

El silencioso (al menos desde tierra) y contante trasiego de embarcaciones por las vías de comunicación marítima que discurren alrededor de Menorca está detrás de la constante aparición de manchas, generalmente de hidrocarburos. El Mar Balear ha sido en 2020 la zona de aguas españolas más afectada. Desde el Ministerio destacan que gracias al refuerzo de la vigilancia, este tipo de vertidos se ha reducido considerablemente en los últimos diez años y desde Salvamento y Seguridad Marítima subrayan que ninguno de estos vertidos ha llegado a afectar a la costa de Menorca.