Dos personas circulan por la acera más cercana al mar del Moll de Llevant, el viernes por la mañana. | Josep Bagur Gomila

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Autoridad Portuaria de Balears prevé convocar en mayo el concurso de ideas para una reurbanización de los muelles de Llevant y Ponent, una reforma del vial que debe suponer un cambio muy significativo en el paseo del puerto de Maó. Tanto en la estética como en la distribución de su espacio por funciones. Sus planes actuales, siempre flexibles en función de distintas circunstancias que se puedan producir, son que las obras comiencen en octubre de 2022 para ejecutar un primer tramo hasta mayo de 2023. Después de parar durante la temporada turística para no interferir en los meses de mayor actividad, se continuarían las obras en octubre para finalizar la reforma, si todo va rodado, en mayo de 2024.

Los detalles del proyecto, así como su presupuesto, no se conocerán hasta que no esté resuelto el concurso de ideas. Desde Autoridad Portuaria explican que comprende la práctica totalidad del vial de los muelles de la ribera sur, entre Costa de Ses Piques y Cala Figuera, aproximadamente dos kilómetros y medio de longitud. La vocación de partida es dotar al puerto de mayor preferencia para la movilidad peatonal, de lo que ha servido de cierto adelanto el cambio en el tráfico rodado que se empezó a instaurar el verano pasado, con un único sentido de circulación entre Costa den Reynés y Costa de Cala Figuera. Algo que tendrá continuidad en un tramo mayor en los próximos meses si se lleva a cabo la aplicación del acuerdo firmado en junio entre los comerciantes y el Ayuntamiento de Maó. De momento, los pormenores están en discusión.

Tres aparcamientos

Para disminuir el volumen de coches circulando por el vial del puerto de Maó, Autoridad Portuaria de Balears prevé dentro de este proyecto la existencia de tres bolsas de aparcamiento, que sumarían unas 600 plazas. Una de ellos se ubicaría en la zona de Cala Figuera, donde está en marcha el proceso para construir un complejo náutico con distintos servicios mediante una concesión. En el medio, se reorganizaría la zona de aparcamiento ya existente en los alredores de la antigua estación marítima, edificio que pretende ser reconvertido. Y en la otra punta del puerto de Maó se habilitaría un parking en la Colársega, donde promotores privados también tienen proyectado un complejo para la instalación de servicios náuticos.