Camino de Cala en Turqueta, una de las playas cuyo acceso se controla. | Josep Bagur Gomila

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El pasado fin de semana debía activarse el servicio de control e información en el acceso a las playas vírgenes de Cala en Turqueta, Son Saura, Macarella, La Vall, Binimel·là y Cala Pilar, sin embargo no ha sido así. La presencia de informadores se demora algunas semanas, principalmente por dos motivos. La menor presencia de turistas relativiza la urgencia, pese a que ayer la afluencia a las playas fue masiva, y que durante el proceso de adjudicación se planteó una enmienda que precisó abrir otro plazo para la presentación de documentación, según han explicado desde la Conselleria de Movilidad.

El Consell había convocado un nuevo concurso para la adjudicación del servicio por un periodo de dos años (2021 y 2022). A este concurso acudieron la Fundació de Persones amb Discapacitat de Menorca, que ha desarrollado el servicio en los últimos años, y una empresa, que quedó descartada, al parecer, por un error en la presentación de la oferta. El 6 de mayo se propuso la adjudicación a la Fundació, que ha sido ratificada por una resolución de Presidencia.

El contrato sirve para que personal de la Fundació controle los aparcamientos de las playas y también los accesos, especialmente en el cruce de Sant Joan de Missa con los caminos de Cala en Turqueta y Macarella, así como la gestión de los paneles informativos que advierten cuando las playas están llenas. Binimel·là es otro punto de gran presión de coches en verano ya por esa zona se accede a Cala Pregonda.