Turistas británicos a su llegada a Menorca durante la pasada temporada. | Gemma Andreu

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Pocas veces antes los menorquines, acostumbrados a que sean las rotondas las que regulen el flujo de tráfico, habían estado tan pendientes de que un semáforo se ponga en verde. No se trata en este caso de propiciar la circulación de vehículos, sino la de turistas británicos. Y el semáforo en cuestión no está ante nuestros ojos, sino a casi 1.400 kilómetros de distancia, en el número 10 de Downing Street (Londres), la sede del Gobierno británico, que el jueves 3 de junio anunciará la primera revisión del semáforo sanitario, decisión que tiene en vilo a los destinos turísticos y especialmente a Menorca, probablemente el que más depende de los visitantes de Reino Unido para la buena –o al menos aceptable– marcha de la temporada. Menorca arranca una semana clave con indicios esperanzadores y el temor a otro jarro de agua fría que merme seriamente las expectativas turísticas.

Aunque inicialmente la revisión de la lista verde, ahora restringida a un reducido grupo de doce destinos con una demanda minoritaria, estaba marcada en el calendario para el 7 de junio, según han confirmado medios británicos como «The Independent», finalmente se avanza el anuncio de la actualización del semáforo al 3 de junio, aunque las novedades no entrarían en vigor hasta el 10 de junio. Con el nuevo calendario, si Menorca finalmente se quedara anclada en el color ámbar, que impone a los turistas una cuarentena de diez días a su regreso de vacaciones, tendría que esperar al menos hasta el 24 de junio para la próxima revisión, que entraría en vigor el 1 de julio. Visto que son muy pocos los que mantienen reservas a países fuera de la lista verde, supondría otro mes en blanco para el gran mercado extranjero en la Isla. La presidenta del Consell y de la fundación Foment del Turisme de Menorca, Susana Mora, admite que «estamos ante una semana crucial que afrontamos con mucha fuerza», un optimismo que se alimenta del último informe del Ministerio de Sanidad, que el pasado jueves situaba Menorca como la primera región española en alcanzar valores de nueva normalidad. «Esperemos que las autoridades británicas lo tengan en cuenta», afirma, después de que en la misma semana el ministro de Transportes del Gobierno británico revelara ante el parlamento que han dado órdenes de analizar de forma diferenciada respecto a los países a los que pertenecen la situación sanitaria de las islas españolas y griegas, una demanda de los destinos y de la industria turística británica que inicialmente no fue atendida.

Indicios esperanzadores
No son esos los únicos elementos que invitan a la esperanza ya que tanto expertos turísticos de Reino Unido, como turoperadores y agencias de viaje británicas apuntan a que con los indicadores disponibles algunos destinos como Malta, ciertas islas griegas y también Balears, se erigen como principales candidatos a pasar a la lista verde. Balears cuenta en estos momentos con una incidencia muy inferior a la media nacional y también a la británica, pero el Gobierno ya advirtió que sería extremadamente prudente, exigente, y que no solo tendría en cuenta la incidencia acumulada del virus, los nuevos casos que se están detectando en las últimas dos semanas, sino también otros factores que generan muchas más dudas, como son el ritmo de vacunación o la capacidad de los territorios insulares de detectar y combatir variantes de riesgo de la covid-19. Toca cruzar los dedos.