La grúa, construida exprofeso para el varadero, ya está en Ciutadella, pero el nuevo concesionario aún espera la adjudicación definitiva. | J. J.

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Ports de les Illes Balears desestimó a finales de marzo el recurso de Astilleros Llompart contra la concesión del varadero de Ciutadella. El organismo autonómico anunció entonces que quedaba agotada la vía administrativa y se levantaba «la suspensión de la efectividad del acta por la que se adjudicaba la concesión a la empresa Marina Seca Ciutadella».

Solo faltaba continuar un mes más con la exposición pública del proyecto y la solicitud de informe municipal. Sin embargo, esa exposición pública aún no se ha producido, «saldrá la semana que viene publicado en el BOIB» y el plazo contará desde entonces. También se da un mes al Ayuntamiento para su informe. Luego, finalizado el periodo de alegaciones, se requería al contratista para modificaciones o no del proyecto y finalmente se aprobará definitivamente el proyecto y Marina Seca Ciutadella podrá iniciar las obras de adaptación y mejoras en las instalaciones de la concesión. La inversión incluida en la contrata es de 485.203 euros más un canon anual de 101.000.

El propio organismo portuario asume ya que esta última fase del proceso se comerá la temporada actual, durante la cual Astilleros Llompart seguirá trabajando en precario. Desde que se realizó el concurso habrán pasado más de dos años y medio.

Entretanto, la nueva concesionaria, tras recibir el primer acta de adjudicación del servicio encargó la construcción de una grúa ex profeso para embarcaciones de 25 toneladas a GH, una empresa especializada del País Vasco.

Historia de una grúa

La grúa no puede ser instalada todavía en su destino, pendiente de que Ports culmine el procedimiento administrativo, pero ya está en Ciutadella. Fuentes de Marina Seca Ciutadella explican que el fabricante les comunicó que no podía guardarla más y que tenían que llevársela, razón por la que se hizo el transporte.

La grúa pluma del citado tonelaje es una de las mejoras inluidas en la contrata. El carro de varada también de 25 toneladas está pendiente de construcción porque han de tomarse medidas sobre el terreno. En total, la nueva concesionaria, que aún deberá esperar unos meses para hacerse cargo del servicio, lleva deesembolsados 250.000 euros, más de la mitad de la inversión prevista.

«Estamos preparados, pero no hemos recibido ninguna notificación desde hace meses», comenta Higinio Aldaz, empresario de Marina Seca Ciutadella. Con vistas al servicio del varadero compró la nave que fue de la fábrica de calzado Novus, a la entrada de Ciutadella, donde ahora está la grúa, y la antigua Náutica Díaz para precisamente la ampliación del varadero.