Hasta septiembre. La intención de sus promotores es mantener el imponente mural de la fachada solo hasta septiembre, luego el edificio se reformará como bloque de viviendas | Gemma Andreu

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Tres grandes caballos multicolores con cuatro indios americanos a sus lomos han irrumpido esta semana en la avenida Josep Maria Quadrado de Maó. No pasan desapercibidos, puesto que integran un enorme mural que ocupa casi toda la fachada de un edificio de viviendas que lleva ya muchos años vacío, sobre el antiguo taller de Firestone. El objetivo de sus artífices era llamar la atención y lo han logrado.

Es arte efímero. Como mucho, caballos e indios permanecerán en la fachada hasta septiembre, para dar paso a la reforma del edificio de viviendas. No obstante, podría incluso desaparecer antes. El Ayuntamiento de Maó asegura que el mural incumple la normativa municipal y que, en principio, debe eliminarse. El motivo es un malentendido que sus promotores esperan resolver en breve. Expusieron la idea al área de Cultura, realizaron la comunicación previa que requiere pintar una fachada y solicitaron la ocupación de vía pública. Creían que ya valía. Pero desde el Consistorio estiman que esto no es suficiente para permitir una vulneración del PGOU.

Detrás del mural hay un proyecto cultural original y ambicioso. Lo ha concebido Benito Escat, empresario catalán del interiorismo y las reformas, afincado en Maó desde hace una década, copropietario del edificio y gran amante del arte. En la planta baja y parte del primer piso del edificio se inaugurará el 17 de julio Oximoron, espacio que acogerá solo durante este verano a diversos artistas de la Isla sin ningún ánimo de lucro. «No es una galería de arte, lo pongo a su disposición sin recibir nada a cambio para que hagan lo que quieran y lo muestren a quien consideren», comenta. Se podrá ver desde el exterior, como un escaparate.

También es algo efímero. Oximoron cerrará definitivamente a finales de agosto. Escat explica que su idea es ir impulsando iniciativas culturales similares, eventuales, en otros espacios de la Isla como paso previo a su rehabilitación, iniciativas algunas que ya tiene esbozadas.

Escat explica que su proyecto aprovecha el impulso que va a generar la próxima inauguración de la sala de arte de Hauser & Wirth en la Illa del Rei. «La idea es promover artistas con menos recursos y mentalizar a la gente de que Maó y Menorca pueden ser un destino cultural, además de ecológico y familiar. Para ello todos debemos aportar algo». El de Oximoron va a ser un arte más alejado de los altos precios y los grandes formatos, más transgresor y alternativo. Además, pretende que la gente se fije en edificios que hasta ahora pasaban desapercibidos. «Lo hacemos todo por un bien común», argumenta con voluntad de sumar y ningún ánimo de polémica.«Todo lo contrario, agradezco como lo han recibido».