Imagen del cruce de Torre-solí, en Alaior | GEMMA ANDREU

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No habrá una solución total al cruce de Torre-solí, en la carretera general, hasta que se aborde la reforma del tramo central, entre Alaior y Ferreries. Eso supone hablar del próximo mandato. Entretanto, se buscan alternativas que reduzcan los riesgos en aquel punto como añadir Torre-solí a los indicadores de Son Bou para que los vehículos con ese destino utilicen el itinerario de Son Bou. Ha sido un pequeño paso, junto el de limitar la velocidad a 60, para aligerar el tránsito por, sin duda, uno de los puntos que cada año registra algún tipo de incidente.

No obstante, la principal incidencia en este punto, apunta la consellera de Movilidad, Francesca Gomis, se da entre los vehículos que salen del camino y giran a la izquierda, en sentido Ciutadella, al incorporarse a la carretera. La opción que se ha planteado es desviarlos hasta la rotonda de entrada a Alaior por la carretera de Son Bou para realizar el cambio de sentido, pero existe una recomendación de Carreteras que impide aplicar esa alternativa si implica un tiempo superior a cinco minutos. Movilidad considera que la maniobra estaría en torno a ese tiempo y no se ha decidido a ponerla en práctica.

El problema, como tantos otros, se agudiza en los meses de más tránsito y se minimiza durante el resto del año. Es otro factor que se ha tenido en cuenta para descartar de momento la redacción de un proyecto exclusivo sobre este cruce y dotarlo de más seguridad y esperar a la reforma del tramo central de la carretera general Me-1.