La reunión se celebró el martes en la sede de Coinga.    | Gemma Andreu

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Decepcionados y frustrados. Así salieron los representantes de las organizaciones agrarias menorquinas de la reunión celebrada el martes en Coinga para abordar las dificultades por las que pasa el sector vacuno lechero de la Isla, al límite por el bajo precio de la leche. «Íbamos a la reunión con la esperanza de un plan de choque para luego abordar medidas a medio y largo plazo y salimos con las manos vacías», apuntan voces de la Asociación Frisona Balear, quienes lamentan la falta de voluntad de las administraciones en la búsqueda de soluciones inmediatas.

La Asociación Frisona Balear indica que «ni Govern ni Consell pretenden aplicar medidas a corto plazo que ayuden a mitigar el desfase existente entre el bajo precio de la leche y los altos costes de producción y que está llevando al sector a un estrangulamiento difícil de soportar». La solución pasa por el incremento del precio de la leche y el abaratamiento de la materia prima a partir de líneas de ayuda que el sector considera que podrían ser transitorias hasta la aplicación y puesta en marcha de la nueva Política Agraria Común (PAC) prevista para finales del 2023.

La petición de la Asociación Frisona Balear es que «los ganaderos de vacuno lechero de Balears tengan los mismos derechos y condiciones que los del resto de España, es decir, cobrar lo mismo por la leche y la carne, pagar lo mismo por el pienso, la electricidad, el gasoil o los abonos». Agrega que «lo que no puede ser es que la renta de los ganaderos de Balears sea la mitad que los del resto de España, ya que además de ser una injusticia, hace inviable la actividad y el relevo generacional». Y es que, «para equipararnos con el resto de ganaderos españoles el precio de la leche debería pagarse a 0,45 o 0,50 euros, cuando «solo pedimos que el precio esté por encima de los costes de producción, ahora fijados en los 0,35-0,40 euros el litro».

Lamentan que «las administraciones echen balones fuera y fijen la solución en la PAC, es decir, para dentro de dos años cuando la situación es ya ahora insostenible».

Además, niegan tajantemente que los ganaderos sean malos gestores, tal como se les dejó caer en la reunión. «Subsistir cobrando el precio de la leche a 0,30 céntimos dice mucho de la buena gestión de los ganaderos», apuntan las mismas fuentes.