Durante su discurso en el Parlament, Castells ha remarcado que el crecimiento de la demanda turística no ha servido para mejorar las cifras de ocupación de Balears ya que, tal y como ha señalado, lo que provoca es el traslado de muchas personas de otras comunidades para trabajar de temporada.
«Crear un puesto de trabajo no es sólo eso, supone mucho más, ya que tenemos que ser capaces de ofrecer vivienda a esas personas, servicios educativos para sus hijos y atención sanitaria, entre otros servicios», ha apuntado.
En este punto, el diputado ha propuesto algunas medidas para frenar la saturación en Menorca tales como reducir o congelar las plazas turísticas, incrementar el Impuesto de Turismo Sostenible, limitar la entrada de coches y el acceso a determinados parajes, e impulsar el transporte público. Precisamente sobre esta última cuestión ha criticado que «a pesar de que la competencia es del Consell, está muy mal financiada».
Por otro lado, se ha referido a la gestión de la pandemia del Govern, que ha calificado de «correcta». Sin embargo, ha matizado que «ahora nos queda el paisaje desolador después de la batalla y muchos aspectos de nuestra vida cotidiana se han visto afectados».
También ha censurado las listas de espera para las consultas con los especialistas: «Para conseguir una visita con el médico de cabecera pueden pasar 15 días».
Finalmente, ha criticado que desde la Conselleria de Salud debería ser «más permeable a las críticas, que sólo buscan mejorar la atención a los usuarios».
2 comentarios
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Pues será para Uds, que cada mes os cae la paga calentita. Antes de preocuparme por 2 meses de saturación, me preocupan los otros 6 o 7 meses de isla desértica. Me preocupan las listas de espera del hospital, el precio de la luz/gasolina... la carretera general..... Y me preocupa que mis dirigentes, parece que viven en otra realidad.
Saturación de paciencia y repelencia es la que tenemos los de Menorca con estos políticos, se deberían llamar "Menys per Menorca i més per cobrar i no fer res". Todas esas propuestas que atentan contra el pan de los que viven del turismo en la isla no es más que una treta para que con los impuestos puedan seguir viviendo del cuento. Menorca necesita sangre nueva y no esta tóxica.