Sectores como el comercio o la restauración podrán beneficarse estos días de la llegada de visitantes nacionales, sobre todo madrileños y mallorquines, además de procedentes de Francia, Reino Unido y, de forma menos habitual, otros países | Gemma Andreu

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Hay ganas de viajar y poca predisposición a planificar a largo plazo, por lo que pudiera pasar. Por este motivo, después de un arreón de reservas de los últimos días, los establecimientos hoteleros que todavía tienen abierto en la Isla afrontan el puente de la festividad de Todos los Santos con ocupaciones muy altas o llenos absolutos en algunos casos.

«Hay mucho más movimiento que otros años, nosotros tenemos ya prácticamente completo», comentaban este viernes desde un alojamiento de Ciutadella. El octubre, en general, está siendo un mes con una actividad turística algo superior a otros años, lo que se percibe en las playas y algunos establecimientos de restauración más populares, donde a veces el espacio escasea. Otros explican que en puentes como este siempre había una cierta afluencia de visitantes, pero que se ha notado un repunte que permitirá, en parte, compensar un verano más flojo para este tipo de oferta.

Desde un hotel de interior de Maó explicaban este viernes que tienen lleno desde hace tiempo, pero que las peticiones de una habitación para este fin de semana no han cesado. A otros les ha pillado el aluvión relativamente por sorpresa, como un hostal de Maó, donde comentan que «hace poco parecía que iba a ser un fin de semana flojo, pero en pocos días se llenó». Una consulta en los portales de comercialización de reservas de alojamiento mostraba varios hoteles llenos y otros con pocas habitaciones libres.

Desde algunos hoteles comentan que el fenómeno de las reservas de última hora ha sido una constante durante toda la temporada turística, «una locura, prácticamente de un día para otro». No solo a la hora de recibir turistas sucede esto. También a la hora de salir los menorquines. Agencias de viajes consultadas comentan que «la gente quiere que le prepares un viaje casi de un día para otro, y así es difícil porque nos crea un embudo, todos a la vez con poco tiempo de antelación». Constatan que hay demanda de escapadas cortas de fin de semana o puentes, para los cuales es complicado encontrar enlaces, sobre todo a precios más o menos moderados. «Hay más demanda, se nota, la gente está con ganas de salir», explican.

Entre los que vienen, predomina todavía el turista nacional. Entre este colectivo, los hoteles consultados destacan los prodecentes de Madrid y de Mallorca. Los vuelos desde Palma de este viernes por la tarde están llenos desde hace ya varios días. También hay extranjeros, de forma diversificada. Hay quien da cuenta de la mayor presencia de franceses, algún otro establecimiento apunta a los británicos, incluso «algún alemán perdido».

Más allá de las impresiones, la mayor actividad turística de este puente del 1 de noviembre se refleja en las estadísticas del Aeropuerto de Menorca. Entre el jueves y el lunes están programados 239 vuelos nacionales y 83 internacionales, una cifra muy superior a 2019, cuando el 1 de noviembre fue viernes y también hubo puente. Entonces, entre los días 31 de octubre y 4 de noviembre se realizaron 170 vuelos nacionales y 44 internacionales. A esto hay que sumar los barcos. Este viernes hubo seis frecuencias con el dique de Son Blanc y una en Maó.