Una excavadora, en las obras en el puerto | Gemma Andreu

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La primera línea de Fornells registra estos días una intensa actividad. Este año este núcleo costero no tendrá al cien por cien la tranquilidad propia de cada invierno. Los turistas estivales y de comienzos de otoño han dado paso desde hace unos días a los trabajadores y maquinaria de las empresas que llevan a cabo la voluminosa segunda fase de la reforma del puerto. En estos momentos se trabaja en la zona del antiguo restaurante Es Pla y en la calle Gabriel Gelabert se ha trazado una importante zanja donde deben colocarse renovados servicios municipales.

La segunda fase de las obras de reforma del puerto de Fornells es la que ha movido más inversión y controversia. Los trabajos se distribuirán en dos inviernos, puesto que las labores de reforma y adecuación de este espacio se interrumpirán en verano para no afectar al desarrollo de la temporada turística.

Durante este invierno están programadas las actuaciones relativas al varadero de reparación de embarcaciones, la gasolinera y la zona del antiguo restaurante Es Pla, donde se incluye el edificio de servicios. Además de las canalizaciones de servicios municipales. Quedan pendientes para la temporada baja 2022/23 las actuaciones marítimas, como el refuerzo estructural del dique con la incorporación de un martillo, la recarga del rompeolas y la instalación de los pantalanes de temporada, así como la urbanización de la zona.

Los muelles y los amarres seguirán operativos. No la rampa del varadero, que se tendrá que cerrar. En el momento en que se trabaje en la gasolinera, esta quedará fuera de servicio y se prevé establecer un sistema alternativo de suministro.

El proyecto tiene un coste de algo más de 7 millones de euros. Ports destaca la mejora en infraestructuras y servicios que se prestan en la zona, así como en la imagen general del núcleo costero. También subraya el establecimiento de medidas pioneras en la preservación del fondo marino y la posidonia.