La primera instiución insular, como la mayoría de ayuntamientos, mantienen la cita previa. | Josep Bagur

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La mejora de las condiciones sanitarias que han permitido la paulatina eliminación de las medidas preventivas contra la covid-19 han tenido un reflejo menor en las instituciones públicas en cuanto a su atención directa a los ciudadanos, excepción hecha de los ayuntamientos de Es Castell y Sant Lluís. Por ello la Sindicatura de Greuges se ha dirigido a la presidenta del Consell, Susana Mora, para recomendarle que tanto la institución que preside como todos los consistorios pongan fin a la obligatoriedad de la cita previa para realizar los trámites presenciales.

El Consell mantiene aún la exigencia de concertar la visita con anterioridad, una iniciativa instaurada al término del confinamiento hace ya año y medio para evitar aglomeraciones y minimizar el riesgo de contagio. Los otros seis ayuntamientos han comenzado a ofrecer una atención mixta, según el tipo de tramitación que requiera el ciudadano, salvo en los consistorios más pequeños donde la flexibilidad es mayor y se atiende a cualquier persona que lo precise en un momento determinado.

La cita previa es un sistema que ofrece ventajas a la Administración, fundamentalmente en la organización del tiempo de los empleados, y se suma a la opción de la tramitación telemática disponible que es más rápida y evita la presencialidad.

Sin embargo, concertar la visita no siempre resulta efectivo ni cómodo y puede suponer una barrera entre el ciudadano y la administración porque los canales para solicitarla no siempre son funcionales para todos.

Los miembros de la Sindicatura de Greuges, Josep Barber, Gràcia Seguí y Pepa Gil, en una misiva dirigida a la primera autoridad insular le instan a que esta corporación y todas las municipales sugieran pero no obliguen a los ciudadanos a pasar por el trámite de la cita previa para acudir a sus dependencias, con la seguridad de que serán atendidos con la máxima diligencia, aunque vayan directamente a las casas consistoriales sin haber concertado la visita con anterioridad.

Los ayuntamientos de las poblaciones con menor número de habitantes no se oponen a recibir a sus conciudadanos en cualquier circunstancia manteniendo la distancia física y pantallas separadoras en la mayoría de casos, como ha explicado el alcalde de Es Mercadal, Francesc Ametller.

En cambio, las instituciones dependientes del Estado, como Tráfico, la Seguridad Social o las que tutelan la tramitación del DNI, pasaporte o documentos de extranjería ya utilizaban la cita previa desde antes de la pandemia y seguirán requiriéndola como herramienta efectiva.