La primera fase de la obra para construir la ampliación del hotel se inició la última semana de noviembre. | Gemma Andreu

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La ampliación del hotel Mirador des Port, en la calle Dalt Vilanova, de Maó, arrancó hace apenas dos semanas con los primeros trabajos para limpiar el solar y comenzar a perforar el suelo donde se levantará el nuevo edificio anexo al actual, uno de los de mayor capacidad del término municipal como hotel urbano. La ampliación permitirá ofertar entre ambos 119 habitaciones, tres de ellas suits junior, lo que supondrá un total de 238 plazas disponibles.

La sociedad Catalonia Hotels & Resorts, propietaria del establecimiento, obtuvo la licencia a principios de este año y se propone modernizar el hotel con el objetivo de elevar su categoría a 4 estrellas para lo que introducirá las mejoras necesarias.

No hay un plazo fijo para la ejecución de la ampliación, que además contempla una serie de modificaciones en el edificio existente, aunque podría demorarse por espacio de unos dos años. «Dependerá del ritmo y de los paros que fuera necesario hacer en temporada o debido a la meteorología», ha explicado la directora del hotel Berta Junyent.

La nueva construcción, con una superficie de 4.200 metros cuadrados,    y la actual quedarán conectadas en la planta baja y en sus dos plantas superiores, al tiempo que la recepción pasará de la planta inferior, en la que se encuentra actualmente, a la planta baja, es decir, a pie de calle. De esta forma se facilitará la entrada y salida de todos los clientes.

El desnivel que ofrece el terreno de la calle ha permitido que el proyecto incluya tres plantas subterráneas. En principio dos de ellas se destinarán a aparcamiento para un total de 50 vehículos y 20 bicicletas,.Una parte de estos parkings se destinará al alquiler para vecinos o interesados de la zona. De las seis plantas en total, cuatro de ellas se destinarán a alojamiento y las dos inferiores al aparcamiento.

La ejecución de la obra, en principio, no supondrá el cierre del hotel en ninguna de sus fases, aunque la segunda suponga la integración de los dos edificios. El proyecto incluye, además, la construcción de una pequeña piscina cubierta, que integrará una nueva zona spa, y una sala de convenciones.

La sociedad propietaria también propondrá una remodelación en la plazoleta del exterior del edificio actual, entre las calles Fornells y Dalt Vilanova.