Francesc Conesa presidió la celebración en la iglesia de Sant Francesc de Ciutadella | Toni Barber

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El obispo de Menorca, Francesc Conesa, califica la paz como un «don de Dios» y afirma que «la paz necesita personas que se comprometan a hacerla posible».

En la Misa de la Paz celebrada ayer noche en la parroquia de Sant Francesc de Ciutadella, pocas horas de concluir el 2021, el prelado manifestó que «son necesarias instituciones que velen por la paz y la promuevan. A esto llama el Papa Francisco la ‘arquitectura de la paz’, pero son indispensables personas que sean artesanos de paz».

Cinco sugerencias

«Nosotros -añadió Conesa Ferrer- nos sentimos movidos por la fe en Jesucristo a trabajar por la paz y ser un ‘artesano de la paz’, pero, ¿cómo podemos hacerlo». El obispo de Menorca encuentra respuesta en el mensaje del Papa para esta jornada, y para ello plantea cinco propuestas.

En primer lugar, ser hombres y mujeres de diálogo, capaces de escuchar, confrontarse y ponerse de acuerdo. El pastor de la Diócesis de Menorca reclama «diálogo, sobre todo de los mayores con los más jóvenes para establecer proyectos comunes, porque los jóvenes necesitan de la experiencia y sabiduría de los mayores, y estos necesitan el apoyo y dinamismo de los más jóvenes».

Una segunda sugerencia consiste en cuidar la casa común, porque, advirtió, «la degradación del medio ambiente es causa de hambre y pobreza». El cuidado de la tierra es una manera de trabajar por la justicia social. Conesa propugna la cultura del cuidad «frente a la tentación de desentendernos de los demás para atender a los más vulnerables».

También reclama el obispo más inversión en educación, que es «la base de una sociedad cohesionada, civil, capaz de generar esperanza, riqueza y progreso». Frente a la «locura del gasto militar» pide dedicar los recursos públicos a educación, salud, infraestructuras y cuidado del territorio.

Acabar con el trabajo precario

Y, por último, crear las condiciones para que toda persona en edad de trabajar tenga una actividad laboral con la que contribuir a su familia y la sociedad. «Porque el trabajo es la base sobre la que se construye la justicia y la solidaridad», subraya Conesa. Manifiesta que «es urgente acabar con el trabajo precario, con los contratos basura y con la explotación del inmigrnate, creando unas condiciones laborales decentes y dignas».

El titular de la sede de Severo se dirige a los menorquines para exponer que «aquí tenemos algunas formas muy concretas de trabajar por la paz, de ser sus artesanos» y recuerda que el Papa nos pide que «este trabajo sea realizado cada día, sin hacer ruido, con humildad y perseverancia».