Durante las últimas semanas solo se habían podido emplear dos de los tres carriles | Gemma Andreu

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Un mes y medio después del desprendimiento de dos grandes rocas del acantilado, en parte como consecuencia de un largo periodo de lluvias, este jueves se restableció la normalidad del tráfico rodado por la cuesta de la Ronda que conecta con el puerto de Maó. En los días posteriores al percance, este tramo de carretera estuvo inoperativo. Tras la retirada de las piedras, durante las últimas semanas la Conselleria de Movilidad mantenía cerrado solo el carril más cercano al cantil como medida de prudencia, por lo que el vial estaba operativo de forma limitada utilizando los otros dos existentes.

Desde el Departamento de Movilidad informaron este jueves que la decisión de recuperar los tres carriles se produce después de que «los trabajos de observación del acantilado han determinado que no hay peligro aparente de nuevos desprendimientos que comporten un peligro para los usuarios de esta vía». De aquel incidente, que por fortuna se saldó sin daños personales, queda alguna marca sobre el asfalto y una evidente alteración en la fisonomía habitual del cantil.