Uno de los edificios en construcción en Maó | Gemma Andreu

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Proyecon Galicia, la empresa adjudicataria en primera instancia para construir los pisos del Ibavi en la calle Borja Moll de Maó, ha presentado recurso contencioso administrativo por la rescisión del contrato, según admitió este martes en el Parlament el conseller Josep Marí al ser inquirido por este asunto por el diputado menorquín Lluís Camps.   

En su día se explicó que la constructora había pedido una revisión económica, que hubo negociación para introducir mejoras y que la falta de acuerdo llevó a la resolución del contrato. Lo recordó Marí en esos términos, «sí, hay un contencioso, es un asunto complejo», dijo.

Acta de replanteo, la causa

Camps le reprochó que no se hayan explicado bien los motivos de resolución, llevada a cabo en tiempos de su antecesor en el cargo, Marc Pons.

Según la información que expuso, no desmentida por el conseller, «una vez adjudicada la obra, mientras se ejecutaba la excavación y a petición del Ayuntamiento se realizó una paralización a causa de un encaje urbanístico provocado por una modificación del plan de levantamiento topográfico», señaló. Esa modificación habría supuesto un aumento de 250 metros cuadrados, «un incremento del 23 por ciento sobre la medición inicial, lo que implica sobrecostes importantes en el trabajo previsto y contratado», explicó.

Camps denunció que en el proyecto inicial del Ibavi «se olvidaron de recoger instalaciones en el garaje, instalaciones contraincendios, de electricidad, ventilación mecánica y falta de alimentación eléctrica a la parcela, lo que implicó la redacción de un proyecto de mejoras no previsto. Prueba de esas carencias «es que se reconocieron en la segunda contratación, mejorada con 200.000 euros más de presupuesto», comentó.