La planta depuradora de Ferreries, en una imagen de archivo

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La totalidad del agua que sale de las depuradoras de la Isla cumple con los parámetros de calidad que establecen las ordenanzas municipales o, en su defecto, el plan hidrológico autonómico. Este pleno se produce a pesar de que el 32,5 por ciento del agua que entra en estas infraestructuras incumple estos indicadores, es decir, no lo hace en buenas condiciones. Así se explica en el Informe de Saneamiento y Depuración de 2021 elaborado por la Agencia Balear del Agua y la Calidad Ambiental (Abaqua).

«La conclusión es que estas depuradoras funcionan, reducen el nivel de contaminación y hacen que todo el agua depurada pase a cumplir la normativa, y por este motivo tenemos que estar satisfechos, es un éxito», comenta el gerente del Abaqua, Guillem Rosselló. En los últimos años el porcentaje de agua que sale de las depuradoras con mala calidad se ha ido reduciendo de forma paulatina. En 2020 ya se logró un cien por cien de eficiencia y en 2021, se repite.

Rosselló comenta que, como cada año, el problema radica en «la calidad del agua que procede del alcantarillado municipal, es algo que deben trabajar los ayuntamientos y sabemos que lo están haciendo». Cuatro son las estaciones que presentan problemas de entrada de agua con demasiados elementos contaminantes:Sant Climent, Ciutadella Sud, Ferreries y Es Mercadal.

En el caso de Sant Climent todo el caudal que le llega no es idóneo, en la estación de Ciutadella el porcentaje es del 59,95 por ciento, Ferreries presenta un 43,04 por ciento y en Es Mercadal se sitúa en el 20,12 por ciento. Abaqua mantiene reuniones con los consistorios de estos municipios para abordar el problema.Rosselló recuerda que el tratamiento del agua es una competencia municipal.

El caudal que llega en malas condiciones a las depuradoras fue el 63,73 por ciento en 2019 sobre un total de 8,65 hectómentros cúbicos, bajó en 2020 hasta el 21,05 por ciento (con una menor presión humana por la pandemia) con un volumen total de 6,95 hectómetros cúbicos y en 2021 volvió a incrementarse el porcentaje, como también lo hizo el caudal depurado, hasta los 7,8 hectómetros cúbicos.

Para Rosselló el secreto del buen funcionamiento de las depuradoras de Menorca está en los recursos que se dedican a su mantenimiento, unos 5 millones de euros en 2021, cantidad que se suma a los 1,2 millones en inversiones. «Esto hace que cumplamos los objetivos, la apuesta por el mantenimiento está dando buenos resultados». Por esto, a finales de 2023, con motivo de la firma del nuevo contrato, la partida destinada a mantenimiento se prevé aumentar a 6,2 millones.