La laguna interior de la Cova de s’Aigua, en Ciutadella

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El acceso a la Cova de s’Aigua para las personas con movilidad reducida se limita a un día a la semana, los martes, ya que el manejo del aparato que permite la entrada a la cueva para usuarios en silla de ruedas exige la presencia de un técnico, y esa es la disponibilidad actual de este tipo de personal. Una madre, Karina Pons, de Ciutadella, lamenta que usuarios como su hijo de 28 años, que necesita una silla de ruedas, y otros compañeros, no puedan disfrutar cualquier día, ni siquiera los fines de semana, de una visita que sí está disponible para el resto de ciudadanos, residentes y turistas, «ellos tienen los mismos derechos», asegura. Además, si en un mismo grupo hay varias personas con problemas de movilidad, este se tiene que dividir y esperar, porque solo hay una oruga, el aparato que se utiliza para asegurar y transportar la silla con la persona encima.

Su crítica ha llegado a la alcaldesa de Ciutadella, Joana Gomila, y al director insular de Proyectos Sostenibles, Isaac Olives, quien ha declarado que el elevador previsto inicialmente se descartó «porque no se llegaba hasta el final, el lago, la única manera de hacerlo era con la oruga, que está totalmente homologada». El aparato, recuerda, requiere una formación para su manejo, «no solo un guía», y efectivamente, ahora mismo solo hay un día a la semana para ese tipo de visitas. Olives asegura que la gestión de la cueva corresponde a la Fundació Foment del Turisme de Menorca, que debe decidir si aumenta el número de días para las visitas de personas con movilidad reducida.