Un alumno de Primaria borra la pizarra durante una clase. | Archivo

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La Junta de Personal Docente no Universitario de Menorca rechaza los cambios que prepara la Conselleria de Educación en el nombramiento de profesores interinos, que suponen dejar sin la indemnización que ahora cobran aquellos que acaban su relación contractual el 30 de junio tras haber realizado una sustitución larga durante el curso, como mínimo de cinco meses y medio.

La norma que regulará la adjudicación de destinos es ahora un borrador que los sindicatos confían todavía en que se pueda modificar; se celebra una Mesa Sectorial de Educación a finales de este mes «pero las intenciones de la Conselleria de llevar estos cambios adelante parecen firmes y la voluntad negociadora escasa», declaró ayer el secretario de la Junta, Damià Sansaloni, portavoz    del STEI.

Los seis sindicatos que forman parte de este órgano, STEI, CCOO, UGT, ANPE, Alternativa Sindicat Docent y UOB, rechazaron de forma unánime la modificación que afecta a los interinos y que Educación quiere aplicar en el curso 2022-2023.

«Estamos totalmente en contra de esta normativa porque supone una pérdida de derechos clara y evidente», afirmó Sansaloni, quien recuerda que este cambio supone el incumplimiento del Acuerdo Marco alcanzado con la Conselleria en 2015.

En la actualidad los docentes interinos se contratan para cubrir las plazas vacantes y las sustituciones, y estas pueden ser cortas, incluso por días, o también están    aquellas previstas para todo el curso, con contrato hasta 31 de agosto; es este último concepto el que desaparece, señalan desde la junta, «ahora se harán a 30 de junio y no tendrán derecho a la indemnizació, que correspondía a    menos de un mes de trabajo pero que era una compensación, por lo tanto es una doble pérdida, en contratación y en salario», criticó Sansaloni.

La Junta de Personal Docente no Universitario señala que «agotará» la negociación pero no descarta que se convoquen movilizaciones en contra de esta normativa. Sansaloni apunta que la inestabilidad laboral de los docentes crea malestar en el personal e interfiere en los centros y en la calidad educativa.