Cada vez son más los dueños de perros que piden que aumente el número de zonas y playas a las que poder ir con perros | Paco Sturla

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La playa es un espacio de diversión y desconexión que, en verano, se convierte en el destino estrella al que acudir para bañarse y refrescarse. Sin embargo, es una tarea difícil para los dueños de perros, ya que las ordenanzas municipales,  con carácter general, prohíben la circulación y permanencia de estos animales en las playas de Menorca. Por ello, cada vez son más los dueños de perros que reclaman la habilitación de zonas de baño a las que poder ir con sus peludos.

Aunque las ordenanzas de playas son competencia municipal, desde el Consell Insular ya han tratado la cuestión en la Junta de Alcaldes para intentar  dar respuesta a una demanda cada vez mayor de personas que quieren acudir a las playas con sus canes. Nati Benejam, directora insular de Cooperación Local, explica que son conscientes de esta problemática y que existe una «tendencia a incrementar» el número de playas y calas aptas para perros, más aún con la nueva Ley de Bienestar Animal, siempre y cuando la presencia de canes en las zonas de baño se base en «el respeto y la educación».

Avances en los pueblos

En las playas de Maó se prohíbe la circulación y permanencia de perros durante el período de baño, es decir, a partir de la festividad de Semana Santa hasta finales del mes de octubre, y dentro del horario comprendido entre las 10 y las 20.30 horas. Sin embargo, ante la creciente demanda de los propietarios de canes y la promoción cada vez mayor de la protección de los derechos de los animales, el Ayuntamiento de Maó prevé actualizar la ordenanza municipal —del año 2008— e incluir algunas modificaciones para garantizar el cumplimiento de la Ley de Bienestar Animal.

En este sentido, aunque ahora mismo Maó no tiene ninguna playa apta para canes durante la temporada de baño, desde el Consistorio estudian incorporar dos playas caninas durante todo el año. Estas serían Cala Teulera, en el interior del puerto de Maó y accesible a través de la carretera que conecta con la Mola, y Biniparratx, otra pequeña cala ubicada en la costa sureste, que comparten Maó y Sant Lluís.

El Ayuntamiento de Ciutadella ya habilitó, el pasado 1 de mayo, la playa canina de Ses Fontanelles. Se trata de una estrecha cala de rocas y guijarros que cuenta con un pequeño puerto de pescadores. Ubicada al oeste de La Vall, se accede a ella a pie —caminando unos 15 minutos— desde el aparcamiento de la playa de Es Tancats, en Algaiarens. Es una zona resguardada y poco frecuentada y, por ello, el uso de esta cala con perros no tiene horario. No obstante, desde el Consistorio recuerdan que, aunque sea una playa canina, fuera del agua, los animales deben ir atados y, en el caso de ser razas potencialmente peligrosas, también deben ir con bozal. Asimismo, aclaran que en otras zonas de baño del municipio no se permite la presencia de perros del 1 de mayo al 31 de octubre.

Del resto de pueblos, tan solo Es Migjorn Gran que fue el pionero dispone de playas en las que se permite la circulación y permanencia de perros. Se trata de Binigaus y Cala Fustam. A la primera se puede acceder con canes durante la temporada de baño, siempre y cuando se haga entre las 19 y las 9 horas. A Cala Fustam también se permite acudir con perros con carácter general durante todo el año. Sin embargo, en ambos casos, el animal debe ir atado y provisto de bozal, si es una especie peligrosa.

En el resto de municipios de la Isla por ahora se prohíbe, con carácter general, la circulación y permanencia de perros y cualquier otro tipo de animal en la playa durante la temporada de baño, del 1 de mayo al 31 de octubre. Queda explícito en las ordenanzas que la infracción de esta norma puede comportar la correspondiente sanción.