La propuesta municipal contempla la continuidad del aparcamiento público en la planta baja y pisos en las plantas superiores con los parámetros urbanísticos que vengan determinados en el plan general. | Gemma Andreu

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Dos episodios que han coincidido en el tiempo esta misma semana acercan el proyecto de construcción de vivienda oficial a cargo del Estado en el solar propiedad del Ministerio de Defensa en la calle Vassallo de Maó. La tercera y cuarta subasta celebradas el miércoles han vuelto a quedar desiertas, a pesar de que el precio de salida había quedado rebajado en 1,1 millones respecto a los 1,47 de la primera.

Por otra parte, al día siguiente fue firmada la cesión de los terrenos que ocupaba el cuartel de Son Busquets en Palma, que pasan del Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la de Defensa (Invied) a la Entidad Pública Empresarial del Suelo, Sepes. El acuerdo permitirá la promoción de 800 viviendas en alquiler social o asequible. Un acuerdo similar se había firmado ya para el desarrollo de viviendas sociales en Can Escandell, en Eivissa, en el contexto del Plan Estatal 2022-2025, que promueve la sociedad estatal.

Lejos de verse como una discriminación en el trato que recibe Maó respecto al patrimonio urbano que el Ministerio conserva en esta ciudad, el alcalde Héctor Pons Riudavets está convencido de que son precedentes que ayudarán a la viabilidad urbanística del solar de la calle Vassallo.

No es un regalo

Las últimas conversaciones del alcalde con el director general del Sepes, Fidel Vázquez, van precisamente en esa línea. «No queremos que nos regalen el solar sino que tenga un aprovechamiento público» en consonancia con la propiedad pública del suelo, explica Héctor Pons.

De acuerdo con esa medida, lo que se ha propuesto es una promoción similar a la que se desarrollará en Palma, vivienda de alquiler social o venta o un precio asequible. «Hace tiempo que negociamos con el Sepes y se ha abierto un camino con Defensa, ahora lo vemos más viable», añade el alcalde de Maó.

Pero no hay nada hecho, «las gestiones siguen abiertas, pero estos antecedentes apuntan a una mejor predisposición, que se haya desencallado Son Busquets ayuda la idea» que Maó ha planteado a la sociedad pública.

Habría de ser el Sepes, al igual que hará en Palma y en Eivissa,  quien asuma el desarrollo urbanístico en el solar. La intención del Ayuntamiento es mantener la planta baja como aparcamiento público, un uso consolidado en la última década y necesario para esa populosa barrida, y construir viviendas en las plantas superiores. Héctor Pons espera que la viabilidad del proyecto siga el mismo camino que el de Palma.