En la sanidad pública de Menorca hay 400 enfermeros, durante la pandemia tuvieron que redoblar su esfuerzo | Josep Bagur Gomila

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El sindicato de enfermería Satse ha presentado al IB-Salut 800 firmas de profesionales de esta especialidad que ejercen en las áreas de salud de Menorca y de Eivissa y Formentera en la que reclaman un complemento de fidelización. Es una de sus propuestas para «paliar la falta de enfermeras y evitar la fuga masiva a otras comunidades».     

La medida se inspira en el complemento que se implantó para las categorías médicas en 2008, según explica Verónica Lobero, delegada del sindicato en Menorca. El problema latente de cubrir plantillas «ha empeorado después de la pandemia, es muy difícil atraer profesionales, la compensación económica es la que marca las diferencias con otras comunidades», señala.

El sindicato no se plantea de momento medidas de protesta, «estamos en negociaciones y confiamos en que den resultados», comenta. Valora que el IB-Salut haya convocado oposiciones y se esfuerce por completar las plantillas, «pero que los enfermeros tengan plaza no evita que puedan pedir el traslado atraídos por mejores condiciones. Es difícil retener a los profesionales porque las condiciones para establecerse aquí como el coste de la vivienda y otros derivados de la doble insularidad no ayudan», denuncia Lobero.

Cita el ejemplo del complemento médico, que ha ayudado a estabilizar las plazas de estos profesionales, y recuerda que el problema se da tanto en los hospitales como en atención primaria. «Perseguimos lo mismo que los pacientes, ofrecer una óptima atención sanitaria y cuidados a la población», concluye.