«La Aguja de la giganta», de Nuria Román, en la playa de Savinar de Mongofra Nou. | Gemma Andreu

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El Institut Menorquí d’Estudis (IME) se une al debate sobre la retirada o permanencia de la escultura «La Aguja de la giganta», de Nuria Román, ubicada desde hace diez años en la playa de Mongofra, y avala que la obra continúe en el paisaje natural.

La sección de Historia y Arqueología del IME ha emitido un comunicado en el que da a conocer su postura, tras la publicación del informe desfavorable de David Martínez, director del Parc Natural de s’Albufera des Grau, que señala que la ‘aguja’ degrada el paraje y que, por ello, insta a retirarla.

Desde el organismo autónomo del Consell insular alegan que la escultura apadrinada por el departamento de Cultura del Ayuntamiento de Maó, con el apoyo de la Fundació Rubió, es un elemento que «reconoce y respeta el entorno y forma parte del patrimonio artístico y natural menorquín».

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El IME pregunta si realmente es necesaria la desinstalación de la ‘aguja’ y defiende que «lo más lógico sería que continuara en su lugar, hasta que agotara su caducidad temporal natural». Nuria Román ya indicó a MENORCA • «Es Diari» que la escultura «tiene un plazo de vida» limitado.

La sección de Historia y Arqueología del IME cree necesario «tener en cuenta los valores humanos, artísticos, culturales, naturales y ecoambientales implícitos en esta acción artística» antes de tomar una decisión sobre la obra de Nuria Román.

Asimismo, el organismo insiste en que la ‘aguja’ de Mongofra «tiene una caducidad vital que debería alcanzar cuando lo dicte la naturaleza».

El apunte

Una obra que «aporta valor cultural, estético y simbólico sin afectar el entorno natural»

El IME, en consonancia con la defensa del Consell insular, que sostiene que «La Aguja de la giganta» de Mongofra aporta valor añadido al paisaje natural, agrega que la escultura de Nuria Román es una «acción artística relacionada con el concepto de arte y naturaleza o arte de la tierra» que «aporta valor cultural, estético y simbólico sin afectar el entorno natural» en el que se encuentra ubicada. Desde el IME reafirman su postura y justifican que «se ha comprobado que el arte y la naturaleza conviven en armonía con la belleza del paisaje natural de la zona».