Imagen del cruce que lleva a Cala Tirant y Platges de Fornells, y por el cual se debe hacer el cambio de sentido si se viene de Fornells para acceder a Ses Salines. | Josep Bagur Gomila

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El Consell ya tiene escogida la propuesta para mejorar el cruce de Platges de Fornells-Tirant y el de Ses Salines en la carretera de Fornells (Me-15). Aboga por la solución que plantea la construcción de una rotonda en el enlace de Platges de Fornells, a la vez que se descartan las otras dos alternativas, una consistente en habilitar dos rotondas, una en cada cruce, y la otra en crear carriles de desaceleración.

La propuesta escogida, argumenta el Consell, permitirá «la eliminación de los cruces de carriles en las incorporaciones del tronco principal». Asimismo, reconoce que la entrada sur a Ses Salines seguirá «quedando un poco forzada», aunque matiza que «será factible según la normativa». En este sentido, apunta que al haber una rotonda hará que «los vehículos que se dirigen a Fornells lo hagan a una velocidad más baja, mejorando la seguridad del enlace norte». Además, esta actuación permitirá la posibilidad de instalar una parada de autobús. El presupuesto de esta actuación rondará los 81.000 euros.

Alternativa 2, la escogida.

La propuesta escogida fue presentada este jueves a los vecinos, por parte de la consellera de Movilidad, Montse Morlà, su directora insular Helena Vilchez, la técnica del Departamento de Movilidad Neus Pons y el ingeniero de caminos, Joan Morro, como responsable de la empresa Enginyeria i Arquitectura.

El Consell recuerda que esta propuesta nace a raíz de la petición del pleno de Es Mercadal que en noviembre de 2021 reclamó por unanimidad mejorar estos cruces y estudiar la posibilidad de habilitar una parada de bus para que los residentes de esta zona puedan cogerlo directamente para ir a Es Mercadal sin ir al centro de Fornells.

En la actualidad en este tramo de la carretera de Fornells hay carriles de espera y aceleración para acceder al Camí de Tirant y Platges de Fornells, pero con visibilidad reducida y con un giro brusco, con la consecuente peligrosidad, pese a que «no representa un punto negro», según el Consell. Se trata de una carretera, además, que en el último año ha aumentado el tráfico un 41 por ciento, pasando de los 2.700 coches anuales de 2021 a los 3.300 en 2022.

Las alternativas descartadas

La primera alternativa descartada contemplaba un carril de desaceleración en la entrada sur de Ses Salines, que mejoraría la visibilidad pero no solucionaba la peligrosidad en el cruce de Platges de Fornells. También preveía ampliar la carretera en la zona del enlace norte, creando un carril central de espera. El presupuesto de esta alternativa ascendía a 95.000 euros y no permitía la adecuación de una parada de bus.

Alternativa 1, descartada.

La otra alternativa descartada preveía dos rotondas, una para el cruce de Platges de Fornells y otra para el de Ses Salines.

Alternativa 3, descartada.

En este caso, la creación de la rotonda norte «implicaba la afectación del paso inferior y la necesidad de expropiación al margen oeste». El coste en este caso hubiera ascendido a 242.000 euros.