Los turismos de segunda mano, más buscados que nunca esta primavera. | Gemma Andreu

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Trabajadores de temporada, jóvenes con el carné recién estrenado y familias que buscan un segundo vehículo se pasean por los polígonos en busca de un turismo de segunda mano. Cuanto más viejo, más barato y viceversa.

Domi Martínez, de Domi Autos, explica que, por ejemplo, lo que más busca un trabajador temporero es «el coche utilitario de 1.000 o 2.000 euros, que lo compran entre dos o tres que viven juntos y trabajan en el mismo hotel y se mueven con él y al final lo vuelven a vender, incluso a mí mismo, si está bien. Me dicen: mira, te lo compro en 2.000 pero al final de temporada me das 1.000». Son coches de 15 años o más explica. Y en general, comenta, lo que más se busca son turismos de hasta 6.000 euros, para comprar sin créditos. «Me piden hasta treinta a la semana, pero no los tengo, no hay».

Juan Guerrero, de Autos Es Castell, también apunta que hay aumento de demanda de segunda mano y hay pocos coches. «La gente compra, para la temporada, coches de 1.500 o 2.000 euros, que ya no hay. El coche de segunda mano también ha subido mucho, un coche de 4.000 euros de antes ahora ya está en 6.000». Respecto a los compradores dice que «hay de todo, se busca coche más viejo si es como segundo coche o para la temporada».

Martínez explica que hay vehículos de hasta veinte años, con 150.000 kilómetros, que están bien. Pone otro ejemplo «un todoterreno con 420.000 y te doy dos años de garantía; es que hay coches y coches» explica. Guerrero comparte que «puedes vender un coche de 20 o 25 años si está bien, con ITV pasada».

Dice que los coches nuevos han subido mucho de precio y tienes que esperar entre cinco y ocho meses así que de segunda mano «cada vez hay menos, la gente no los vende o los vende por redes, no vienen aquí a venderlo como antes». Martínez añade que «ahora hay más demanda de segunda mano y los talleres tienen más trabajo porque la gente estira más los coches, antes con diez, doce años lo cambiaban y ahora aguantan hasta 15, 16 mínimo, lo estiran y ni lo venden, se lo pasan a algún conocido o familiar».

Incluso se buscan coches de segunda mano desde la Península «me están llamando de Barcelona para ver si tenemos nosotros, pues allí no hay tampoco» comenta Guerrero.