Un edificio de la Sareb cedido a vivienda social en en Ciutadella, | Josep Bagur Gomila

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Durante este 2023 y el próximo 2024, el Ibavi (Instituto Balear de Vivienda) tiene previsto habilitar 112 nuevas viviendas en Menorca mientras que las propiedades de la Sareb -Sociedad de gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria, conocida también como ‘banco malo’, aunque no es un banco- superan también el centenar.

El delegado del Ibavi en la Isla, Pau Morlà, explica que las 112 viviendas para el binomio 2023-2024 son «reales, posibles, que las veremos ejecutadas dentro del año que viene» porque ya están en ejecución, licitación o en convenio. Se reparten en los municipios y localidades de Es Castell -35 en ejecución-, Alaior -35 en convenio-, Fornells -once en ejecución-, Sant Lluís -once en licitación-, Ferreries -once en convenio- y Es Migjorn Gran -nueve en ejecución-.

El presidente del gobierno Pedro Sánchez por su parte ha anunciado que el Consejo de Ministros aprobará hoy martes un plan para la puesta en alquiler a «precios asequibles» de 50.000 pisos de la Sareb en el conjunto del territorio español, lo que se podría traducir a escala insular en 114, que es el número de propiedades en Menorca según la propia Sareb, o 133 viviendas según el estudio elaborado por la Conselleria de Ocupación, Vivienda y Cooperación Local.

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Cristina Gómez, consellera insular de Vivienda, defendió en julio de 2022 que era «inaplazable hacer nuestro el suelo que la Sareb tiene en Menorca, lo queremos hacia los ayuntamientos y que el Ibavi pueda construir sobre estos solares vivienda social. Las viviendas que tiene la Sareb están pagadas y repagadas y los solares también, y es imperdonable mantener esta situación en el actual contexto de emergencia habitacional de una gran mayoría de la población». Además según apunta Gómez, de las 50.000 viviendas que existen en Menorca en total, 15.000 son de uso no residencial y 5.000 están vacías.

Dada la dificultad que existía a la hora de conocer el número real de inmuebles en posesión de la Sareb, tras el estudio elaborado, se conocen ahora 178 propiedades en Menorca, de las cuales 45 son parcelas y 133 viviendas, trasteros o garajes. Se reparten entre los municipios de manera desigual y por parcelas y viviendas u otros: una parcela y 40 viviendas en Ciutadella; 18 y 56 en Maó; cuatro y tres en Ferreries; 15 y cinco en es Mercadal; una y 16 en Es Castell; tres y once en Alaior; dos y una en Es Migjorn y una parcela y una vivienda en Sant Lluís.

El actual parque de viviendas públicas en régimen de alquiler ha pasado de 214 en 2019 a 323 con las 109 nuevas viviendas del Ibavi entregadas en estos cuatro años. Aún así, falta vivienda accesible para una parte importante de la población menorquina y se espera que los cambios que traiga la primera Ley de Vivienda de la historia de España -tras su tramitación y entrada en vigor-, sean suficientes para los problemas habitacionales.

El apunte

La cesión de pisos, antigua demanda al Gobierno central

Nos remontamos a 2016, hace ya siete años, cuando el ahora candidato a diputado autonómico Marc Pons solicitó la cesión de las propiedades de la Sareb al Gobierno central como conseller de Territorio, Energía y Movilidad. Propuso entonces al Ministerio de Fomento que parte del parque de vivienda vacía que tenía en stock fuera utilizado como vivienda social mediante una cesión a los institutos públicos de vivienda como el Ibavi. El entonces conseller propuso que la Sareb destinara un porcentaje de su suelo residencial para la construcción de nuevas promociones de VPO o Viviendas de Protección Oficial para ampliar el parque de vivienda social y garantizar una bolsa constante para atender los casos que requieren más atención. «Entidades semipúblicas como la Sareb deben contribuir a regular el mercado de la vivienda y no podemos permitir que sean uno de los causantes de esta situación, ni que haya bolsas de vivienda cerradas al mismo tiempo que hay dificultades para acceder».

Zonas tensionadas

La ciudadanía de Balears sufre problemas graves en el acceso a la vivienda ya que el esfuerzo inmobiliario, el porcentaje de ingresos dedicado a la vivienda, está muy por encima de la media española. El precio de los inmuebles de compra o alquiler no va acorde con los sueldos y los ingresos anuales de gran parte de la población.