Andrés vive con su perra Chispa en su furgoneta camperizada, en lo que es su primera temporada de trabajo en la Isla, donde permanecerá hasta septiembre u octubre | Gemma Andreu

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Con 26 años y en menos de un mes, Andrés, de Altafulla, Tarragona, encontró y preparó su vehículo-alojamiento para venir a trabajar por primera vez este año a Menorca. «Tres semanas Wallapop de día y Youtube de noche» detalla, nombrando las aplicaciones que usó para encontrar furgoneta de segunda mano y ver videos tutoriales para aprender a camperizarla. Tras una inversión de unos 3.000 euros, más el viaje, ahora ya está instalado en su furgoneta camperizada con su perrita Chispa y trabajando de camarero con contrato y buenas condiciones, dice.   En apenas tres semanas ya está «enamorado de vivir así, en la camper».

Opción elegida

Formado en integración social y socorrismo, le interesan también las terapias holísticas y quiere montar un negocio de limpieza de vehículos a domicilio. Para dedicar tiempo a todo ello en invierno, ahorra dinero en verano, trabajando y viviendo sobre cuatro ruedas. Lo de buscar alojamiento es complicado, explica, «además de ahorrarte el alquiler de la habitación, es que no se encuentra, prefiero que una familia que busca encuentre una habitación, porque lo que está claro es que no hay suficientes viviendas para las personas que buscan, y como busca mucha gente, los precios suben».

De este modo de vida valora «la libertad de poder amanecer cada día en un lugar diferente, la frase de ‘la casa es pequeña pero la terraza es enorme’ y también el contacto con la naturaleza y con uno mismo. Y de ir más allá, la experiencia de vivir con pocas cosas, explorar otras maneras    de vivir, porque cada vez el poder adquisitivo se mengua».

Cree que el calor será un inconveniente sobre todo para   los alimentos, pero necesita estar al sol para cargar la placa solar. Tiene pensado un sistema de recogida de aguas grises aún por instalar y con    un patinete eléctrico acude al Polideportivo de Maó a practicar deporte y asearse. Espera que con    buen comportamiento se    lleven bien con otras personas que utilicen los mismos espacios públicos.