Las obras de la planta fotovoltaica de Son Bou se acabaron en otoño del año pasado, desde entonces han pasado seis meses de trámites. | Josep Bagur Gomila

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El parque fotovoltaico del hotel Royal Son Bou, en Alaior, lleva ya veinte días activo, volcando la electricidad que genera a la red. De este modo se convierte en la tercera planta de estas características de la Isla, después de que en 2008 se inauguraran las instalaciones de producción de energía solar de Son Salomó, en Ciutadella, y Binissafúller, en Sant Lluís.

En los últimos años se han anunciado y puesto en    marcha varios proyectos de plantas fotovoltaicas en la Isla, con potencial para dar un giro absoluto a la distribución de la producción de energía eléctrica en cuanto a fuentes renovables y no renovables. La puesta en marcha del parque del Royal Son Bou supone la primera materialización definitiva de una de estas iniciativas.

La potencia pico del parque solar de Alaior se sitúa en los 1,18 megavatios, la más baja de las plantas proyectadas en los últimos años. El director del Royal Son Bou, Tumeu Janer, explica que la energía procedente del parque se volcará a la red y el hotel la ‘recomprará’ para abastecer el total de la electricidad que necesita. Además, se genera un excedente que acabará en otros consumidores. Al estar a más de un kilómetro de distancia del alojamiento, no se considera planta de autoconsumo.

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En los primeros veinte días, inicialmente en fase de pruebas, la planta ha producido 121.000 KWh y la estimación es que se alcanzarán los 1.765.800 KWh en un año, el equivalente al consumo anual de unos 500 hogares. La inversión ha sido de 1,4 millones de euros, la vida útil del parque es de 25 años y se cuenta con algo más de 2.400 placas que necesitan un constante mantenimiento. Con todo ello, Tumeu Janer comenta que, a tenor del precio actual de la electricidad, se generará un ahorro económico para la empresa, «aunque no es nuestro objetivo principal». Este es, asegura Janer, reducir el impacto medioambiental, avanzar en sostenibilidad, tanto por convicción y responsabilidad social como porque el cliente del hotel, alemán en gran parte, lo valora de una forma muy importante, lo requiere.

La iniciativa se puso en marcha en 2019. Una vez obtenidos los laboriosos permisos, las obras se dieron por acabadas el pasado mes de octubre. Luego vino el proceso burocrático para disponer de los permisos para la conexión. Ahora queda pendiente un último papel del Gobierno central, lo que no impide poner en marcha la planta pero sí es imprescindible para disponer de la subvención de los fondos Feder. Janer, satisfecho con la consecución del proyecto, afirma que ha sido «desesperante» el esfuerzo para avanzar con los permisos de la administración.

Arduo camino para culminar la apuesta por la sostenibilidad

«No ha sido fácil», afirmaba ayer satisfecho Tumeu Janer, director del Hotel Royal Son Bou, «la burocracia ha sido muy ardua», exigente por cuanto se ha tenido que insistir constantemente para lograrlo. Pero ha valido la pena, concluye. «Es una apuesta muy clara por el medio ambiente». De hecho, el alojamiento de la costa alayorense, que ayer inició la temporada turística con excelentes perspectivas de ocupación, ya ha pasado a ser ‘hotel Net Zero’, es decir, sin emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. Janer comenta que su compromiso con el medio ambiente, que viene de bastantes años atrás,    se orientará ahora hacia el consumo de agua.

Disponer de la planta fotovoltaica no conlleva un incremento de personal, ya que no requiere dedicarle profesionales de forma específica. Sí hay que realizar una limpieza periódica para asegurar que las placas desarrollan su máximo potencial. Desde la sociedad hotelera aseguran que de este modo aportan su «granito de arena» a la mitigación del cambio climático y al objetivo de alcanzar en unos años el 35 por ciento de producción de energías renovables.

El apunte

Varios proyectos en estado avanzado y ‘boom’ de los autoconsumos

Otros proyectos de plantas fotovoltaicas están en estados avanzados, ya en obras o pendientes de los últimos permisos para hacer oficial y dar a conocer su conexión a la red. Se trata, por ejemplo, de la ampliación del parque de Son Salomó de Ciutadella, el parque agrisolar de Es Mercadal o la planta de Rafal Vell, también en Ciutadella. Solo estos tres suman más de 60 megavatios de potencia máxima. A todo esto hay que sumar el impulso que se ha dado en los últimos meses a las instalaciones de autoconsumo particulares y otras como las que, por iniciativa de la administración pública, se ubican en las pérgolas de los aparcamientos urbanos.