Policías Nacionales de la UPR, en uno de los controles en Maó, en junio del año pasado. | M.J.U.

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La Dirección Insular de la Administración General del Estado y la Jefatura Superior de Policía mantienen conversaciones con la patronal hotelera de la Isla, Ashome, encaminadas a hallar un alojamiento donde se puedan hospedar los policías nacionales de refuerzo que volverán a desplazarse a la Isla durante el mes de junio, como hicieron el año pasado.

Aunque la cifra final podría variar, se trata de unos 20 agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) que reforzarán la seguridad ciudadana tanto en las semanas anteriores a Sant Joan, como en la posterior. En esta ocasión, sin embargo, en lugar de permanecer en la Isla ininterrumpidamente todo el mes, se desplazarán desde Palma, los jueves y regresarán los domingos.

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El alojamiento de los 29 policías de Zaragoza y Alicante que vinieron el año pasado levantó una enorme polémica por las quejas públicas de los sindicatos que tildaron de «indecente» el lugar donde fueron ubicados, la Base Militar de San Isidro, en Maó, por la austeridad de los cuartos y la falta de aire acondicionado, entre otras carencias. Fue la única alternativa por la alta ocupación de la planta hotelera de la Isla y porque no hubo posibilidad de encontrar otro establecimiento hotelero, o complejo de apartamentos cuyo precio se ajustara a las dietas que perciben los policías por trabajar en un lugar fuera de su residencia. Estas oscilan entre los 48 y 60 euros diarios por alojamiento más otros 20 euros por manutención.

Entonces, a petición de la directora insular de la AGE, Isabel López, y el Inspector Jefe de la Policía Nacional en Maó, la Comandancia General de Balears accedió a que pudieran alojarse en la Base Militar de San Isidro sin ningún coste. Tras la polémica suscitada en la que llegó a intervenir el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, negando las quejas de los agentes, las condiciones mejoraron y estos prefirieron permanecer allí todo el mes pese a que llegaron a ofrecerles otros alojamientos.
No se descarta que, finalmente, este enclave militar vuelva a hospedar a los policías si no es posible hallar un establecimiento hotelero. En todo caso, desde la Dirección Insular han precisado que no supondrá un ahorro que repercutirá en los bolsillos de los agentes ya que para cobrar las dietas estas deben estar justificadas con facturas que los mandos militares no pueden emitir.