Camadas abandonadas, felinos desnutridos, deshidratados y heridos desbordan el trabajo de la entidad.

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Las colonias de gatos crecen sin parar en los términos municipales de Ferreries y Ciutadella, donde la Protectora de Animales de Ciutadella no ha podido activar ni una sola campaña de esterilización de felinos en lo que llevamos de año porque los ayuntamientos «aún no han aprobado las subvenciones ni se las han adjudicado a ninguna clínica veterinaria». Expresan desde la entidad que los diferentes consistorios «tienen que ponerse las pilas» porque, para que los avances en el control de la población de gatos callejeros sean efectivos, «tenemos que actuar a comienzos de año», insisten las voluntarias de la Protectora.

Son estas entidades quienes se encargan de poner en práctica el método CER, enfocado en la captura, esterilización y retorno de los felinos, para evitar la reproducción incontrolada, el abandono masivo de gatos y su impacto sobre el espacio público. «Han pasado casi seis meses, las épocas de celo y cría y ahora nos llega una camada tras otra, aparte del resto de superpoblación de gatos existente. No damos abasto», anuncian. Los ayuntamientos son los que tienen que intervenir en el control de las colonias de gatos, recuerdan desde la entidad, que controla entre 200 y 300 felinos en Ferreries y entre 300 y 500 en Ciutadella.

«El sistema falla», afirman desde la Protectora. «Tenemos que reclamar cada año estas partidas presupuestarias, que nunca llegan a tiempo y que no son suficientes», reconocen. Con un presupuesto aproximado de 6.000 euros y un gasto medio de 75 euros por animal, apenas completan las 70 esterilizaciones. «Una clínica veterinaria pública destinada exclusivamente a animales abandonados sería mucho más eficaz y mucho más económica», subrayan, poniendo como ejemplo el Centro Sanitario Municipal de Protección Animal Son Reus, del Ayuntamiento de Palma.